Después de doce días de soledad y desinfección, Sevilla ha perdido su olor especial. El azahar ha sucumbido a la lejía. A cuatro días del pregón de la Semana Santa, lo lógico es que el aroma de la ciudad fuese una mezcla de incienso, naranjos y tráfico. Pero el duodécimo día de coronavirus ha cambiado nuestro olfato por un triste hedor a vacío y productos de limpieza.
La vida del exterior se reduce a la foto fija -cosas del confinamiento- que se ve a través de las ventanas del hogar.En las ciudades dormitorios se vive habitualmente sin estridencias sonoras y a determinadas horas del día, como las sobremesas estivales, no se escuchan ni los pájaros. Esa nada, sólo rota de noche por los camiones de basura, y de día, por los poquísimos coches que transitan, es el ruido que se cuela en las casas.
La temperatura es agradable y fresca y el color revienta en las flores de las plantas que han renacido, aunque pasen desapercibidas para la mayoría. El viento mece las copas de los árboles y el cielo tiene el azul de un Domingo de Ramos en Triana. Incluso alguna nube invitada sonríe ante la pasividad del personal: si un bicho inmundo y asesino no estuviera campando por nuestras calles, estaríamos pendientes del cielo y de las previsiones de Maldonado. Este año nada de eso importa, porque la enfermedad y el dolor nos han unido más en nuestra pequeñez. Un día más y un día menos. Venceremos.
(R.S.)
Sevilla tiene un color especial, dice la canción, pero sobre todo un olor especial cuando llega la primavera y se acerca la Semana Santa, una mezcla del incienso, del azahar y de la cera de las velas que ya se empiezan a asomar. En cambio, en estos días de confinamiento, como expresa este artículo del ABC, el olor a lejía, a sepsis, es tan fuerte que ha tapado el otro, el olor rico, el olor sevillano.
Se ve la primavera por la ventana, más explosiva allí que en mi tierra mesetaria, pero en palabras de un sevillano, "nadie le echa cuentas", porque ¿para qué? El bicho lo tapa todo. Y ni habrá Domingo de Ramos en Triana, ni la Estrella podrá salir de su morada temporal con los honores que se merece. Otra vez será. Lo importante es que la próxima primavera estemos allí todos, y abramos a tope nuestros pulmones para aspirar y empaparnos del aroma, que no olor, del azahar.
Besos.
Sí, pero aunque nos encontremos ahí, la Estrella saldrá de su capilla, ya reformada. Estaba de la mano de Dios que el dintel de San Jacinto no se estremecería con la salida del palio, como ocurrió hasta 1976.
Buenas noches .
Una gran tragedia la que nos está envolviendo a todos .
Se nos está muriendo la gente y se han anulado grandes eventos y los que se anularan -
En Sevilla y en toda Andalucia , sobre todo, la Semana Santa ha desaparecido.Estoy seguro que mas de uno ni se dará cuenta que está en Semana Santa , cuando llegue.
Y otro gran acontecimiento..La Feria de Abril.
Que pena todo ..pero lo que mas pena dá , lo que realmente nos tiene acongojados , son las muertes de tantas y tantas personas .
Que foto más bonita , que color , que luz,fantastica .
Un beso .
El color sigue estando pero disfrutar la van a disfrutar poco por la situacion en la que estamos
saludos
Pues eso, si sobrevivimos al bichito, la próxima primavera habrá de ser radiante.
Saludos.
Preciosa la foto, casi puedo olerla... Nada como la imaginación en tiempos de confinamiento.
No queda otra... pero estoy segura de que el año que viene la Semana Santa, la disfrutaremos el doble, el triple y pudiendo abrazar y besar a los nuestros... Carpe diem.
Mientras tanto, a esperar...
Besos.
Cómo se nota que Joaquín no es sevillano, dice que algunos ni nos daremos que es Semana Santa cuando estemos en esa semana. Nos daremos perfectamente cuenta todos, bueno, al menos a todos los que nos gusta, claro. Y nos dolerá en el alma... ya te lo digo yo. Sobretodo porque en mi caso, el año pasado con el tema trabajo apenas pude ver nada, y este estaba deseando que llegara para ver alguna cosilla más que el año pasado. Pues ya ves, este año es peor aún que el anterior, porque mira, si es por motivo de trabajo, pues bienvenido sea, pero que por culpa de un bicho estemos así... y lo de que no haya festejos varios es lo de menos, lo peor es la de muertes que está causando.
Una película de ciencia ficción. Yo tengo la sensación de que estoy dentro de una desde que empezó todo ésto.
En fin, una pena todo, pero lo que decimos todos los días... habrá que aguantarse y esperemos que esta pesadilla acabe lo antes posible. Un texto muy bonito, por cierto, el que has puesto.
angela.69Hoy a las 19:44
Joaki-007Hoy a las 17:58
mandarina1981Hoy a las 10:07
astur_82Hoy a las 00:05
eliocroca2Ayer a las 22:12
