PALABRAS CARIÑOSAS

-Supongo que tiene sentido- contestó él-. Habrán ideado otro modo de expresarlo.

-Eso es lo sorprendente: que no tienen que ponerlo en palabras para que la otra persona lo entienda. Shintarö tiene un amigo escritor que, al encontrarse con un "te quiero" en la novela que estaba traduciendo, lo convirtió en algo así como "la luna está muy hermosa esta noche". ¿No es increíble que disimulen tanto sus sentimientos?

-Puede que justo esa sea su mayor muestra de amor. Confiar tanto en otra persona como para no sentirse avergonzados cuando desnudan su sensibilidad ante ella.

(Victoria Álvarez: El incienso de los espíritus)

La manera de mostrar el afecto es muy diferente entre las distintas civilizaciones. Lo que para los occidentales es pura efusión y exuberancia a la hora de expresar los sentimientos para los orientales es algo completamente diferente. Y eso no quiere decir que se quiera más o menos. Escuchar que te dicen que te quieren es de lo más placentero que hay, que te acaricien o te den un abrazo, también, pero para otros, esa manera de exteriorizar los sentimientos se convierte en algo inapropiado porque se guarda muy adentro sólo para ellos mismos. Y no sólo en Japón, como es el caso en estas líneas de la novela de Victoria, también entre nosotros hay personas más efusivas que otras, la verdad sea dicha.

Pero lo que me resulta más curioso es que dicen "te quiero" con frases que en principio no entendemos, simplemente porque no encajan en nuestros esquemas. Si alguien nos dice  "la luna está muy hermosa esta noche" probablemente nos están diciendo que nos quieren.

Probemos: El árbol de las hojas de oro estaba bellísimo ayer por la tarde... no sé yo...

Besos.