Tengo que reconocer que cuando se habla de café no puedo ser imparcial. La única adicción que no he podido quitarme nunca más allá de dos o tres días es el café con leche. Ahora mismo, mientras escribo, tengo la taza llena al alcance de la mano derecha. Y mientras lo preparo, y cuando lo tomo, me siento bien. Y el concepto de pausa de café me resulta una de las ideas más estimulantes: en medio de cualquier evento, supone un momento de encuentro libre con las personas que nos encontramos en ese camino. Y en los días de trabajo, las pocas veces que hay un hueco, supone un estupendo momento especial con las compañeras.
Por eso me ha resultado muy simpática la propuesta del Día Mundial de la pausa de café. Donde estés, con quien estés, diez o quince minutos para reflexionar en torno a una taza sobre lo mucho que puedo hacer para mejorar la vida de otras personas.
Para mí este año también va a ser muy especial ese momento. Lo celebraré con mi familia (tendrá que ser pausa-café y pausa-chocolate, e incluso pausa-galletas para tener a todos satisfechos).
(Belén de la Banda)
Para quien le guste el café, el momento de ponerse delante de una taza humeante en invierno o frío con hielo en verano es de lo más gratificante. El café dicen que es excitante y que produce adicción. Pero es como todo, tomado en su justa medida puede ser muy beneficioso, espabila por las mañanas y nos activa.
Aunque no debemos de dejar de lado el papel que cumple el café como efecto social. Reunirse entorno a un café para charlar o intercambiar opiniones no tiene precio. Y eso es lo que se llama pausa-café. En el trabajo, en el estudio, es una manera de encontrar un instante de descanso o lo que se ha dado en llamar con toda la guasa del mundo, "relaxing cup".
La autora de esas líneas propone aprovechar este momento para reflexionar sobre lo que se puede hacer para mejorar la vida de los demás. Me parece genial, pero también a una escala más reducida, para entendernos con nuestro entorno más próximo.
Un café hecho a partir de estos granos tan decorativos en un centro de mesa... ¿Te apetece?
Besos.
No es que yo haya podido disfrutar demasiado de las pausas-café laborales o profesionales, pero sí me encanta una taza humeante en invierno. No sé si estimula o uno acaba convirtiéndose en adicto, pero proporciona un placer impagable.
Bona nit -Buenas noches .
Si me apetece una taza de café, no ahora que en nada nos vamos a la cama ...pero en el dia , si tomo café.
Tampoco es que me vuelva loco por tomar café...esa es la verdad.Mira , yo al desayunar , despues del bocadillo-+ refresco ( 8 de la mañana) me tomo un cortado.
A media mañana, normalmente otro cortado.
Despues de comer , es cuando tomo café solo...y sin azucar además...
Y a media tarde , si no tomo otra cosa , yogur o fruta , otro cortado...
Los cortados cortos de café.
O sea que tampoco tomo tanto café...
Y es curioso...cuando quedas con alguien normalmente , si que es cierto que dices ..."Nos vemos mañana y tomamos un café"...y luego resulta que uno se toma una Coca Cola y el otro una Cerveza, por ejemplo...
Y es que , no cabe duda , que el Café une ...
Besos.
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