¿PENSAMIENTO POSITIVO?

Según la teoría vigente, para sentirse bien lo único que uno debe hacer es tener una actitud positiva y, entonces, abracadabra, todo se arregla como por ensalmo. Y, siempre según esta teoría, si no lo consigue, es porque está 'pensando mal' o es 'tóxico'. En otras palabras, en vez de ser empáticos y comprensivos con quienes sufren, se les exige sonreír y fingir que son felices en aras del sacrosanto pensamiento positivo. 

El pensamiento positivo puede ser muy dañino  porque lo que propone es contrario a cómo está diseñada la mente humana. Cuando la vida nos golpea, nuestra atención se focaliza en el llamado 'dolor emocional' para entender qué nos pasa e intentar dilucidar qué mecanismos poner en marcha y así afrontar el problema. Estos mecanismos van desde pelear para protegernos hasta aceptar una derrota o una muerte o incluso sentir miedo, que es un recurso diseñado para escapar del peligro. En cambio, la evitación emocional –que es lo que propugna el pensamiento positivo (intentar minimizar y ahogar las emociones desagradables en vez de afrontarlas)– lo único que consigue es que estas se vuelvan más intensas e incontrolables, con el agravante  de que, si no lo conseguimos, la culpa es  nuestra por no ser lo suficientemente 'positivos'. 

(Carmen Posadas)

Es cierto que estamos en una sociedad hostil y a veces incómoda, los problemas a veces del entorno y de lo que nos rodea no nos dejan ser enteramente felices y más en este año que tenemos encima de desgracias naturales. Es cierto también que hay que procurar no dejarse arrastrar por el pesimismo pero esa idea de ser positivos a toda costa es algo que no tiene visos de realidad. No es obligatorio sonreir o fingir a costa ser empáticos. Posadas argumenta que además esto puede volverse en contra porque la mente humana no es así, y que el hecho de pasar momentos de dolor emocional puede ayudarnos a solucionar un problema mientras que si negamos su existencia siempre se quedará ahí. Y nunca aprenderemos a pelear por nuestros objetivos.

Tiene parte de razón. Lo que decía aquel entrenador de fútbol, "siempre positivo, nunca negativo" es imposible de llevarlo a la práctica. Lo de «Sonríe», «Sé feliz», «Querer es poder», «Tú eres el rey de universo…», no ayuda demasiado. Hay como siempre un término medio y cada uno busca la armonía como puede. Un jardín en un patio lleno de flores puede ayudar a levantar el ánimo.

Besos.