PROCRASTINACIÓN SELECTIVA

¿Por qué cuando hay que hacer algo importante perdemos el tiempo con tonterías? Es curioso que, a veces, cuando tenemos una tarea importante que hacer nos entretenemos con cosas insignificantes. Damos vueltas y vueltas a los asuntos más fáciles y a los difíciles les dedicamos una porción de tiempo mínima.

Algunos trucos para evitar esta tendencia, según plantea la psicóloga Inés Santos es hacer una buena agenda con las tareas que tenemos que hacer o los asuntos que hay que debatir en grupo por orden de importancia. También resultará práctico marcar el tiempo que dedicaremos a cada punto y utilizar alarmas. Tendemos a marearnos con los aspectos más triviales porque nos sentimos más competentes y eficaces haciendo cosas fáciles, las difíciles nos incomodan más, obviamente. El problema es que al final eso nos lleva a literalmente perder el tiempo y después a estresarnos porque lo verdaderamente importante no lo hemos resuelto. De hecho, el tiempo que dedicamos a la tarea es inversamente proporcional a la complejidad de la misma.

(Raquel Alcolea)

Procrastinar. Es algo que nos ocurre en nuestro día a día continuamente. Y el que diga que no, miente. Cuando tenemos varias tareas que hacer tendemos a abordar primero las más fáciles, aquellas que si no se acometen no pasa nada y vamos dejando perezosamente para otro día las que realemente son cruciales. Quizá es que pensamos que se harán solas, pero de eso nada de nada. A mi me ocurre cada remporada con el cambio de armarios y sobre todo con el calzado, el tener que sacar cajas e invertir su colocación en el zapatero es algo me echa para atrás. Pero ojo, eso de que el tiempo pone cada cosa en siu sitio es una gran mentira, eres tú quien debe hacerlo. Otra cosa que voy dejando es esa llamada que sé muy bien que tengo que hacer y que luego me supone una visita de cumplido. ¿Quién no ha dicho más de una vez "tengo que llamar a fulanita" y luego no lo hace? Alguien dijo que la procrastinación es como una tarjeta de crédito: todo es muy divertido hasta el momento en el que recibes la factura. 

Quizá si se hace una lista de cosas pendientes según su importancia...en fin, miramos para otro lado y ya está. Por ejemplo nos ponemos a contemplar estas preciosas flores, lo que no es en absoluto una pérdida de tiempo.

Besos.