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El fotolog de maravillas10
REGALOS Y REGALOS

 

Cuando llegué con mi hijo al cumpleaños de su amigo, el chaval anfitrión estaba sentado en una silla grande esperando los regalos como si fuera Joffrey Baratheon en Juego de Tronos.

El caso es que a Martín le tocó dar el regalo en la peor situación posible, como si en Eurovisión sales a cantar después de Suecia o así. "No le va a gustar", me iba diciendo según llegábamos. "No le va a gustar, no le va a gustar, no le va a gustar". Y no es que no le gustara. Es que el anfitrión ni siquiera lo abrió.

Cuando el que le precedía en el besamanos se descolgó con un móvil envuelto en papel plateado, se lio una melé parecida a las de un Nueva Zelanda-Sudáfrica. Cabecitas contra cabecitas. Codos contra costillas. Bajitos contra altos. Y allí se quedó mi hijo con los dos libros del Diario de Greg que iba a regalar sin abrir. Lamentando el destino. Que más que el mejor amigo del anfitrión parecía Messi después de fallar el penalti decisivo.

De esto va esta historia: de un niño de 10 años cualquiera, de un local de fiestas que parecía Desembarco del Rey y de un Iphone 6.

(Pedro Simón)


Esta es una historia muy cotidiana, demasiado, diría yo, por desgracia. Teniendo en cuenta que cuando se trata de hacer regalos a niños de diez años, son los padres los que se encargan no sólo de comprarlos sino de elegirlos, el riesgo de no acertar es bastante alto. Y sobre todo actualmente con unos niños que son nativos digitales y se manejan en estos menesteres mucho mejor que cualquiera de nosotros a nuestra edad.

Y lo peor de todo es cómo se les está acostumbrando a regalos de un valor material desmesurado. Un iphone contra dos libros. No hay color.

Y allí se quedó el paquete sin ni siquiera ser abierto para gran decepción del niño que lo llevaba, eso unido a un cierto desprecio ya evidente a esas edades.

No siempre se acierta con los regalos. Hablando de adultos, lo que a uno le gusta no tiene que gustar al que lo recibe. Un magnífico Henry Moore, podría no ser apreciado por quien hubiera preferido un viaje al Caribe.

Pobre Martín... 

Besos.

 

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A eliocroca2 le gusta esto ï¿½ El 01/07/2016 a las 22:16

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eliocroca2 ï¿½ El 01/07/2016 a las 22:18

A mí me pasa lo mismo. Cuando alguien me regala algo, suelo sentirme decepcionado, porque nunca acierta; con lo fácil que es regalarle a uno una talla policromada de Francisco Salzillo, preferentemente de la década 1750-1760... Y nada.

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Joaki-007 ï¿½ El 01/07/2016 a las 22:22

Bona nit .Buenas noches .

Con los niños hoy en dia es un gran problema hacer regalos y cloaro, uno acude a los padres.
Tienen de todo y no todo les gusta , ese es el gran problema .
regalos que realmente para mi modo de penasr estan fuera de su edad , pero claro, es lo que hay ...

Y para los adultos...pues para mi es un gran problema hacer regalos, nunca se que regalar .

Menos mal que en casi todas partes te dan un tiquet para poder cambiar lo regalado si ya lo tienen o no loe gusta ...

Mucho calor ...

Abrazos y buenas noches .

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A corremundos le gusta esto ï¿½ El 02/07/2016 a las 01:45

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corremundos ï¿½ El 02/07/2016 a las 01:51

¡Hola!

Me ha gustado la forma de redactar de Pedro Simón. Intentaré leer algo más de este periodista.

En cuanto al fondo de la cuestión, está claro que los niños de hoy tienen de todo y regalos demasiado elevados. Por otra parte siempre es difícil establecer a qué edad se le pueden regalar estos aparatos, a qué edad se le puede dejar hacer esto o lo otro. Pero lo que si es cierto es que los padres están obligados a ejercer un cierto control. Un chico de 10 años es aún muy niño.

Buen fin de semana. Besos.

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mandarina1981 ï¿½ El 04/07/2016 a las 10:55

Pues yo seré muy rara, pero prefiero mil veces 2 libros que un iPhone. Les daría muchísimo más uso. Ya te he dicho en más de una ocasión que no gasto yo móviles modernos. Así que ya ves tú, la importancia que le puedo dar yo.
Lo que me parece increible es que un niño de 10 años tenga un móvil, da igual el grado de modernez del mismo. Desde luego si fuera hijo mío, hasta los 16 por lo menos no tendría móvil.

Y desde luego, me parece de muy mala educación y el colmo de la desfachatez que alguien te venga a dar un regalo, con la molestia que eso ya de por sí conlleva, y tú no le hagas ningún caso. Desde luego ahí los padres del cumpleañero, deberían haber intervenido de alguna manera. Eso también pasa mucho hoy en día, la pasividad de los padres y lo permisivos que son, y la poca importancia que le dan a ciertos detalles que en mi opinión lo son tela.