REPEINADOS

El país más contumaz en celebrar debates presidenciales es Estados Unidos, y es obvio que no sirvieron ni siquiera para impedir en su día que gente tan claramente insuficiente como Reagan y Bush accediesen a la cima del poder mundial, contra adversarios intelectual y políticamente muy superiores. Entre los debates decisivos destaca -es un tópico del periodismo- el que Nixon perdió contra Kennedy en 1960, y lo perdió porque llegó cansado a los estudios después de un intenso día de campaña, y se negó a maquillarse. Se le veía una sombra en la barba, que sugería desaseo. Kennedy en cambio estaba descansado e iba impecable. Como iba tan bien peinado alcanzó la presidencia y con eso queda dicho todo sobre este tema.

(Vidal Foch)

Este caso se ha comentado mucho a lo largo de la historia. El más telegénico, el más guapo, el más joven y el mejor peinado ganó el debate en Estados Unidos y de hecho ganó las elecciones. Yo he leíd osobre este tema que el mismo debate que lo dieron por radio lo ganó el mayor, el más feo, y el menos telegénico. Eso quiere decir que la imagen es importantisima en cualquier caso y más en los políticos, pero que a veces esa misma imagen se puede volver en contra porque opaca el contenido del mensaje.

Y en el caso de una mujer es aún más fuerte , porque si además de lista y buena comunicadora es guapa y atractiva, ya tiene algo que hace desconfiar, sus palabras se devalúan en alguna medida.

No es el caso de Goya, que muy guapo no era, ni tampoco su peinado era impecable. Su mal humor y su sordera espantaban al pesonal, pero su talento  hablaba y brillaba por él.

Besos.