RÍO HELADO

Cuatro personas en mangas de camisa sentadas en sus correspondientes taburetes, jugando a las cartas sobre una mesa y con una botella de coñac. Todo normal si no fuera porque la partida no tenía lugar en un bar cualquiera de la capital, sino sobre el mismísimo río Tormes. Dos días antes de que se tomara esta fotografía, el 5 de febrero de 1954, Salamanca registró 10,2 grados bajo cero. Casi nada.

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Con unas temperaturas así es normal que el río Tormes acabara totalmente congelado. Convertido en una inmensa pista de patinaje. Su caudal era mucho mayor que en la actualidad. Por aquel entonces no se había construido el embalse de Santa Teresa para regularlo.Pero para los más jóvenes aquello fue un espectáculo insólito. Y con tanto calor lo tomaron que decidieron establecer la "timba" sobre el timbal del hielo. Que se juegue uno así hasta las pestañas, puede pasar como alarde, pero que para entrar en situación, sobre la chaqueta, es cosa que siempre pondremos en duda". Fue una de las últimas escenas que se vivieron sobre el helado Tormes. Según rezaba la información, los guardias "echaron el cerrojo" al río y no permitieron ni partidas de mus ni nada de nada.

(Gaceta de Salamanca)

Cuántas veces habré yo oído contar a mis padres, y sobre todo a mis abuelos, historias de estas en las que con el frío extremo y las heladas el río "se candaba". La foto es emblemática y está en todas las hemerotecas. Pero había más. Había quien lo cruzaba en bicicleta, con el peligro que podía conllevar: se cuenta de un joven lechero que lo hacía así y la gente con sorna decía que la leche iba a llegar aguada.

Escenas de este tipo no se ven ya, porque salvo contadas excepciones, como es el caso de Filomena, el cambio climático hace su trabajo y esos tremendos fríos no son tales. Pero estos días ya lo creo que está haciendo frío. La foto que os pongo es del río Duero helado por completo, hoy, a su paso por Zamora y es un regalo de mi amiga Rosamaría.

Besos