Un famoso anuncio nos colocaba ante la pregunta «¿prefieres fortuna o ser afortunado?» Y, aunque la reflexión nos lleve a querer sentirnos en bienestar interno, a querer ser afortunados, no siempre hacemos lo necesario para que esto sea así. La ambición del «tener» ciega y obstaculiza el valor real del «ser».
Nos hemos olvidado de construirnos como personas, de aportarnos valor a través de experiencias y conocimientos, de nutrir y equilibrar nuestras emociones. Nos preocupa más el color del que pintamos las paredes que leer de nuevo aquella poesía con la que lloramos una vez o hacer esa llamada a esa persona sobre la que llevamos mucho tiempo sin saber nada.
Buscar la felicidad y bienestar en el «tener», genera un pozo sin fondo con más frustraciones que encantos. Sin embargo, buscarla en nuestro interior y seguir alimentando nuestro mundo interno del «ser» junto a experiencias positivas nos genera una gratificación que multiplica su beneficio puesto que son experiencias que guardarás para siempre. No se evaporan en la caducidad del «tener».
(Belén Colomina)
En los malos momentos por los que se pasa en una vida, que siempre está llena de altibajos, se aprende a apreciar lo bueno que teníamos antes y ahora, por el motivo que sea, no tenemos. Y a lo que no dábamos valor por obvio, pensando que iba a estar siempre ahí. Después de este verano tan raro (dejémoslo en raro), nos acordamos de todo lo que hacíamos el verano del año pasado. Y nos damos cuenta de que si hemos tenido la fortuna de no perder nivel adquisitivo, ni aun así hemos podido acometer lo que habíamos planeado.
Es lo de tener fortuna y ser afortunado, que muchas veces se confunde. Procuremos pues quedarnos con el verbo ser, que como bien dice el texto forma parte de nosotros mismos y no se evapora como el verbo tener.
Como las flores de la foto, vivas y jugosas, pese a ser silvestres. Un contraste con las de ayer, secas o disecadas. Pero en ningún caso marchitas.
Besos.
Las flores no tienen, son... una maravilla en sí mismas. Una maravilla frágil, aparentemente perecedera, pero capaz de regenerarse cada nueva primavera. Y no piden nada, salvo que nos fijemos en ellas y les dediquemos un pensamiento.
Buenas noches-
Tremendo lo que estamos pasando este año (de momento) , sin fiestas , sin eventos , con miedo a salir ...
Y desde luego que nos acordamos de todo lo del año pasado , al menos yo..."mis fiestas" de Gracia por ejemplo con lo que disfrutaba hacienbdo fotos y enseñandolas por aqui a todos vosotros .
Pero bueno ,lo importante desde luego es que estemos bien y procuraremos seguir asi .
Ser afortunado es mucho mas importante que tener fortuna sin duda alguna .La fortuna se agradece pero vaya , si no eres afortunado para que quieres al fortuna ?...
Por aqui por la mañana se ha notado la bajada de temperaturas , pero vaya ..solo hasta las 11 mas o menos ...
Un beso.
Ya sabes que las flores me gustan muchísimo, de todas clases .
Y siempre me han llamado mucho la atencion las silvestres.Me gusta mucho verlas crecer y estar tan bonitas sin apenas cuidados ,es de agradecer .
Hombre, el tener no es que sea demasiado importante cuando hablamos de tener en plan materialismo puro y duro. Pero el tener al menos lo esencial algo sí que ayuda a sentirse afortunado. Porque si no, mal asunto.
Y desde luego que las vivencias perduran más en el tiempo que las cosas. Se te estropea una radio por ejemplo, y la sustituyes por otra, pero haces un viaje, por ejemplo, y eso no se estropea ni se sustituye, se queda ahí siempre. Con el tiempo puede que se difuminen un poco los recuerdos, pero sigue estando ahí.
astur_82Hoy a las 00:05
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