Ciertos discursos de medios, instituciones y expertos sanitarios están imbuidos de una cierta inevitabilidad fatalista disfrazada de prudencia racional. En principio, parece de género tonto reconocer que las cosas irán a peor antes de ir a mejor, pero raramente recordamos que también irán a mejor después de ir a peor.
Hay un buen puñado de razones que explican por qué es mucho más rentable ser cenizo. Algunas son muy básicas, como que a los medios nos sale más a cuenta vender miedo futuro que estables presentes, o que equivocarse en unas predicciones pesimistas está mucho mejor aceptado que dar falsas esperanzas, o que nuestra cultura identifica por defecto el realismo con el pesimismo. Parece natural que en una pandemia, un acontecimiento por definición terrible, nos protejamos psicológicamente recordando que las cosas pueden empeorar en cualquier momento. Pero esa aparente protección ha terminado haciendo más mal que bien, empujando a la población a vivir entre la incertidumbre, la apatía y la simple desesperación que supone no ver ninguna luz.
(Héctor Barnés)
La expresión "ser un cenizo" viene a referirse a personas negativas, incluso gafes, que tienen mala suerte y se la traen a los demás. Por lo visto no tienen que ver con la ceniza sino con un arbusto feo, una mala hierba, que nace en los estercoleros.
Cenizos los hay y abundantes, esos que ven todo negativo, con un pesimismo que contagia a los demás y los hunde en la miseria. Y en estos momentos de pandemia es normal que existan y que estén presentes en los medios de comunicación, dando lecciones de lo que no saben y pintando un panorama de lo más negro. Para algunos se pasan, para otros son realistas y hacen bien en prevenir a la gente para que se tomen más medidas de precaución. Tiene sus ventajas pero también sus incovenientes porque estamos todos sumergidos en una incertidumbre y una tristeza que no tienen igual. ¿Que os parece la disyuntiva?
No sé lo que pensaría el poeta Gabriel y Galán, en la plaza que lleva su nombre, al que alguien, o cenizo o gracioso, le ha colocado la correspondiente mascarilla. Si levantara cabeza el pobre...
Besos.
Los cenizos son legión, y acaban contagiando su pesimismo a diestro y siniestro. Yo prefiero mantenerme a una prudencial distancia de cualquiera de ellos que me salga al paso, siempre que pueda identificarlo como tal. Pero tampoco me gustan los "vivalavirgen", que también pululan por todas partes, y que pintan panoramas que parecen sacados de esas películas alemanas o nórdicas que nos amenizan las sobremesas de sábados y domingos (cuando no toca el tema de la amiga o vecina loca, claro).
Bona nit .
Pues he visto yo varias estatuas o monumentos con mascarilla, que lo encuentro una auténtica tonteria .
Mas que cenizo lo considero gracioso ,pero no el que hace gracias ...
Hay muchos cenizos y mas ahora , madre mia por la TV la de cenizos que salen poniendolo todo negro y aumentando la zozobra en 100%.
Está muy bien que nos aconsejen y nos informen , pero es que hay programas que mas vale no verlos la verdad .
Los cenizos son esas pandillas de desgraciados que no hacen ni caso y siguen haciendo lo que les dá la gana ,sin normas , sin mascarillass, sin distancia ..
Pasó otro año la loteria , sin pena ni gloria para nosotros , pero bueno , otro año será.
Hombre si no se compra loteria no puede tocar ..no hagamos como el chiste de aquel que vá a la iglesia pidiendo a Dios que le ayude en la loteria y que le toque algo y el Señor le contesta .." Te ayudaré , pero por pavor,compra al menos un décimo"...
Buenas noches .
Un beso.
Está claro que conviene alejarse de los "cenizos" que parecen ahogar la esperanza. Aunque tampoco conviene caer en el optimismo infundado. Hay que saber dónde está el equilibrio para mantenernos dentro de la realidad.
Lo de colocar mascarillas a los personajes representados es ya algo general. No se si por parte de algún "cenizo" o de algún bromista.
¡¡FELIZ NOCHEBUENA!!. Besos.
Bueno, tampoco veo tan mal lo de poner mascarillas en esculturas urbanas. Soy partidaria de no tocar el patrimonio, pero ponerle una mascarilla no le va a hacer ningún estropicio, así la ciudadanía ve clarísimamente cómo hay que ponérsela, que todavía hay más de uno que no se entera y se la pone por debajo de la nariz. Incluso he visto a algún corresponsal de las noticias llevarla mal... Si ya así no queda claro, es que hay mucho borrego suelto.
En cuanto a los cenizos... ¡atrás Satanás! Pero claro, tampoco hay que ser todo lo contrario. Como siempre se suele decir, en el punto intermedio está la virtud. No hay que ser cenizo pero tampoco contagiarse de demasiado optimismo. Hay que tomárselo con calma e intentar ser conscientes de la realidad, simplemente eso.
Joaki-007Hace una hora
NaiaraDelkoAyer a las 23:31
astur_82Ayer a las 23:22
eliocroca2Ayer a las 22:13
Ayer a las 16:47
