En muchas ocasiones, cuando alguien nos hace una pregunta comprometida o importante, tendemos a dar una respuesta rápida, pero eso puede hacer que nos arrepintamos de lo que hemos dicho. Por eso, hay una estrategia que emprendedores ponen en práctica: la 'regla del silencio incómodo'. En realidad consiste en lo siguiente: cuando nos enfrentamos a una pregunta desafiante, en vez de responder de inmediato hay que hacer una pausa y pensar profundamente qué responder, Se llama 'incómodo' porque puede durar 10, 20 segundos, o incluso más, lo que hace que el interlocutor se quede desconcertado. Esta regla siempre ha sido una herramienta valiosa de la inteligencia emocional, porque te permite equilibrar el pensamiento y la emoción, en vez de reaccionar basándonos solo en los sentimientos.
Si aplicas la 'regla del silencio incómodo', obtienes beneficios como silenciar el mundo exterior, ejercitar tu pensamiento, llegar a la raíz de los problemas con mayor efectividad, dar respuestas más pensadas y profundas, equilibrar tus emociones, estar en armonía con tus valores y principios, decir lo que realmente quieres decir y aumentar tu confianza. La mayor parte del tiempo, tomarse 10 ó 30 segundos antes de responder no te hará mal.
(20minutos)
A todos nos ha ocurrido más de una vez encontrarnos con lo que se llama silencios incómodos. Los silencios incómodos son situaciones que muchos quieren evitar pero que, de manera incomprensible, aparecen una y otra vez en el día a día de muchas personas. Como somos seres de comunicarnos por la palabra parece que si el silencio se impone durante unos segundos la situación no puede ser más incómoda y se apresura uno a llenarlos de palabras a veces vacías.
Pero según los hombres de negocios, los emprendedores, como se dice ahora, ellos nos quieren convencer de la importancia que pueden tener los silencios antes de contestar. SE es más reflexivo o se da la impresión de serlo y eso ya da puntos a favor, porque sirve también para desconcertar al interlocutor.
Silencios incómodos y otros no tanto. No escuchar este órgano puede ser compensado con la gozada de contemplarlo e imaginar la de manos que se han posado sobre esas antiguas teclas.
Besos
Lo bueno de los silencios incómodos es poder devolverle la jugada al interlocutor. Muchas veces se hacen preguntas comprometidas, incómodas o difíciles de responder, y quien actúa así pretende desarmar la seguridad del otro; así que unos segundos de silencio reflexivo servirán para romper el sentimiento de superioridad de quien pregunta. Y si la respuesta es sibilina, mejor que mejor.
Buenas noches .
Pasada de órgano por Dios ...me encanta .Una maravilla .
La semana que viene iremos al Corte Ingles o al fnac a comprar "La conjura de Aramat".Pinta muy bien .
Menuda coleccion ya de libros de Victoria .Espectacular -Las tapas todas son una maravilla .Sobre todo las ultimas .Un gusto y un lujo espectaculares .
Ya sabes que mis actualizaciones las "copio y pego" y las pongo en mi Bloc y en facebook , por lo que mucha gente las vé y siempre las alabanzas son para estos libros.Siempre que los pongo claro.
Yo procuro siempre utilizar los silencios incómodos ...es una manera de poder o intentar al menos responder algo que , aunque sea unos segundos ,has pensado que es lo correcto , de otra forma puedes decir algo que luego te sepa mal...aunque tambien es verdad que hay veces que no te concentras ...
Que paseis buena noche .
Un beso.
Esto de los jovenes con fiestas ,botellones etc es algo que como no lo paren no se que vá a pasar ...
¡Hola!
Jopé..... menuda joya de órgano... esperemos que suene bien a pesar de su solera.
No es mal recurso este de los silencios incómodos .... Voy a procurar, en adelante, utilizarlo con más frecuencia.
Saludos.
buenas tardes mi querida amiga, precioso lo que hoy nos dejas.
Joaki-007Hace una hora
mandarina1981Hoy a las 07:52
astur_82Ayer a las 23:19
corremundosAyer a las 22:21
eliocroca2Ayer a las 22:01
