SOÑAR DESPIERTO

¿Te quedas frecuentemente absorto en ensoñaciones durante tu día? Esta experiencia, bastante común, en realidad tiene interesantes implicaciones a nivel científico; los expertos aún están tratando de dilucidar las complejidades de lo que pasa en nuestro cerebro en estos momentos. No sólo eso, sino que según las últimas evidencias podría resultar beneficioso para nuestro cerebro. Por ensoñaciones, entendemos algunos eventos en los que el cerebro se imagina algo que no está sucediendo en ese momento. Son episodios que se producen de manera espontánea a lo largo del día y cuya función biológica no está clara.

De este modo al mirar una pantalla en blanco los cerebros  reaccionan de un modo similar a como lo hacían cuando estaban expuestos a las imágenes, pero con algunos patrones de actividad neuronal particulares. De hecho, la actividad completa de las primeras 'ensoñaciones' se parecía más a la que mostraban al ver las imágenes después de unas cuantas repeticiones que a la observada las primeras veces. Estos resultados apoyan la noción de que las ensoñaciones diurnas podrían ayudar con procesos como la consolidación de la memoria, lo que permite la formación de memorias a largo plazo y aprendizaje. Sin embargo, nos dan una idea de por qué nuestro cerebro podría estar desplegando esta conducta, e incluso apunta a posibles beneficios que podría tener a nivel neurológico.

(Jorge García)

Cuando alguien se queda absorto, como congelado durante el día, desconectado de la realidad, pensamos que está "en las nubes" o en Babia y lo consideramos una rareza. Pues ahora se ha descubierto que es algo bastante común y que desde luego no es malo, no denota un desarreglo en quien está con "ensoñaciones" sino todo lo contrario. Imaginarse cosas despierto, que no tienen nada que ver con lo que se ve parece que tiene beneficios  para el cerebro y la actividad neuronal, ya que consolidan la memoria y el aprendizaje. Pero , ojo, como todo, un exceso de ensoñaciones, soñar despierto, puede hacer que alguien dialogue consigo mismo y acabar produciendo bloqueo e inseguridades hasta confundir lo real con lo soñado.

Soñar es bueno, de día y de noche, como dijoe Richard Branson, “todos deberí­amos soñar y animar a los demás a soñar. Soñar es uno de los regalos más grandes de la humanidad”. Y lo remata Steven Spielberg: “Yo no sueño de noche. Yo sueño todos los dí­as. Yo sueño para vivir”.  Soñemos con el camino que tengamos delante, tras las curvas del camino. ¿Tú sueñas despierto?

Besos.