SUEÑO Y VIGILIA

Ni la intimidad de tu frente clara como una fiesta 
ni la costumbre de tu cuerpo, aún misterioso y tácito y de niña, 
ni la sucesión de tu vida asumiendo palabras o silencios 
serán favor tan misterioso 
como el mirar tu sueño implicado 
en la vigilia de mis brazos. 
Virgen milagrosamente otra vez por la virtud absolutoria del sueño, 
quieta y resplandeciente como una dicha que la memoria elige, 
me darás esa orilla de tu vida que tú misma no tienes.
Arrojado a quietud 
divisaré esa playa última de tu ser 
y te veré por vez primera, quizá, 
como Dios ha de verte, 
desbaratada la ficción del Tiempo 
sin el amor, sin mí.

(Jorge Luis Borges)

Ver dormir plácidamente a alguien da una sensacion de tranquilidad, de serenidad, de paz y de calma increíble. Es como tener a alguien a tu merced, como si le velaras los sueños. Y da igual que sea un adulto que un niño, en ese momento todos somos vulnerables. Hay quien dice que todos somos ángeles mientras dormimos y así, indefensos, podría entenderse.

Pero no todo el mundo tiene la suerte de tener un buen dormir, un sueño reparador. A veces ese momento de relax se ve interrumpido por la llegada de pesadillas que aunque no siempre las recordemos nos dejan como se suele decir "mal cuerpo". Los sueños se van alternando a lo largo de la noche con subidas y bajadas, como la línea quebrada que podría imaginarse en la piedra de la foto. Arriba y abajo. ¿Y tú?

Besos.