TOCARSE

Recientemente había un chiste en el 'New Yorker' en el que dos personas se abrazaban, y uno de ellos decía: "Mira la hora. Llevamos 4 horas abrazándonos". La realidad es que las vacunas están permitiendo que poco a poco nos toquemos más. Realmente necesitamos hacer uso de este a veces olvidado sentido. A través del tacto sentimos placer, dolor, presión y temperatura. Cada vez que los estimulamos, estos receptores envían señales eléctricas o químicas a las neuronas, que a su vez transmiten el mensaje al cerebro.

"A ese le han abrazado poco de pequeño". Esta frase que decía mi padre cuando veía a una persona con mal carácter encierra mucha verdad. Inmediatamente después del nacimiento, en la mayoría de los mamíferos se produce un contacto entre los labios del recién nacido y el pezón de la madre, áreas con numerosas terminaciones nerviosas, lo cual desencadena en ambos una cascada de procesos fisiológicos y psicológicos beneficiosos. La experiencia táctil temprana y este constante contacto "piel con piel", que continúa en la mayor parte de los mamíferos durante semanas no solo a través de la lactancia, sino por una cercanía física natural, ha demostrado tener múltiples efectos beneficiosos en el recién nacido, especialmente en el desarrollo de la función cognitiva saludable.

(Dr. Ricardo Ruíz)

Es cierto que después de casi año y medio sin tocarnos fuera del entorno de los convivientes, nos hemos terminado acostumbrando a guardar las distancias con la gente incluso amigos y allegados. Nada de darse la mano y no digamos nada de los abrazos y besos que nos colocábamos con personas a las que nos acababan de presentar. Y eso en mi opinión va a ser difícil de revertir, porque estamos ya un tanto "resabiados".

Otra cosa es reivindicar la importancia del contacto físico, de la piel, de los abrazos, algo que hemos ido disfrutando desde nuestro nacimiento y que nos hacen crear vínculos para siempre. Y es algo absolutamente vital, ese contacto piel con piel que produce el apego y la cercanía. Esperemos que el fin de la pandemia nos permita tocarnos como nos merecemos.

Y apego, cariño, roce, abrazos y todo lo demás para el cumpleañero de hoy, Eliocroca, tan exagerados como la cantidad de petunias de este jardinero urbano. Van por él.

Besos.