UNA DE HORÓSCOPOS

Conocemos como ‘horóscopo’ a la predicción de futuro que comúnmente se hace a través de observar la posición de los astros así como de los signos del zodiaco. Dejando de lado la escasa o nula fiabilidad de las predicciones zodiacales, cabe destacar que muchas son las culturas de la antigüedad en las que se tenía el convencimiento que se podía predecir el futuro o qué le depararía a cada persona a lo largo de su vida con el simple hecho de mirar hacia el cielo y observar el posicionamiento de los astros. Esto era algo que solían hacer los hombres de un clan, tribu o familia en el momento exacto del nacimiento de un bebé y precisamente de ese acto proviene la etimología del término ‘horóscopo’, cuyo significado literal era ‘que observa la hora’, en alusión a la llegada del recién nacido.

Los antiguos astrólogos tenían el convencimiento de que la Tierra estaba inmóvil y que eran los astros los que giraban alrededor de la misma, por lo que dividieron el firmamento en doce secciones y cada una de ellas estaba dominada por un signo zodiacal. A través de la observación de cómo estaban posicionados los cuerpos celestes y cuál estaba pasando, en el momento del nacimiento, determinaban cuáles serían los acontecimientos que le esperaban al neonato a lo largo de su vida e incluso cuál iba a ser su carácter y personalidad en el futuro.

 (Alfred López)

No sé si os habéis fijado que cada vez son menos los periódicos que conservan el apartado del horóscopo en sus páginas. Parece que ha caído en desuso y que ya es poca la gente que se interesa por estas predicciones. Ello se debe no al buen hacer adivinatorio de quien ha escrito las correspondientes predicciones sino a la disposición que solemos tener los seres humanos a creer en aquello que nos puede ayudar a ser más felices. Las predicciones zodiacales que se publican en cualquier medio suelen ser muy genéricas y aquello que pone es algo que a un gran número de personas les puede ocurrir normalmente.

Otra cosa son los estudios de astrología y de la infleuncia de los planetas en la vida y el carácter de una persona a partir de la hora y el día de su nacimiento. De ahí viene el nombre de horóscopo. Cada uno es libre de creer lo que quiera y a veces, como decimos antes, nos aferramos a algo para justificar según qué cosas y comportamientos. Otros se aferran a la religión más que a las estrellas, aunque al ver este Cristo de una Iglesia palentina con el sol, la luna y las estrellas de fondo, se puede pensar en una fusión perfecta. Y no digamos nada de los brazos del crucificado.

Besos.