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Julio Cortázar decía en alguno de sus libros que cuando adquieres un reloj es él, en realidad, quien te está comprando a ti. Ahora, varias décadas después de que él viviera, podemos decir que el reloj personal como tal ha desaparecido de nuestras muñecas. En su lugar, ha sido sustituido por dispositivos móviles que cada vez son más precisos a la hora de medir el tiempo. Los 'smarphones', de algún modo, han sintetizado y potenciado la función de los relojes, ya que no solo dan la hora, sino que también sirven de alarmas, de despertadores y hasta de predictores infalibles de tiempo, como por ejemplo calcular lo que tardarás en desplazarte al trabajo o al cine un día cualquiera.
Una vida sin relojes nos resulta casi inimaginable y no obstante, durante miles de años el hombre no solo ha carecido de relojes mecánicos, sino que ha cazado, ha pastoreado, ha cultivado la tierra, navegado y emigrado sin ningún medidor de tiempo. Entonces, no existía el tiempo medido, sino solo el aproximado, y este último aún podemos encontrarlo si nos alejamos del espacio histórico, ya sea en pueblos indígenas o en paisajes a los que la técnica no ha impuesto todavía su ritmo. En ellos podemos ver aún a seres humanos que no llevan reloj.
(Enrique Zamorano)
A día de hoy la vida sin relojes es inimaginable, aunque, si nos fijamos en los chicos jóvenes, casi ninguno de ellos lleva el tradicional reloj de pulsera porque sólo miran la hora por su teléfono móvil que les da toda la información necesaria y no sólo de la hora.
Pero como dice el texto, en tiempos pasados la gente hacía su vida sin los relojes, porque el tiempo no era medido sino aproximado y porque era y sigue siendo la naturaleza la que impone su ritmo. Y no solo la naturaleza sino nuestro propio cuerpo, ya que poseemos eso que se ha llamado el reloj biológico.
Ni de pulsera, ni de smarphone, ni de la naturaleza, ni biológico. El de la foto es un maravilloso reloj que vimos en Berna, en Suiza, donde aparece el ángel y el diablo y Adán y Eva. Un tanto apocalíptico pero en consonancia con los tiempos que corren...
Besos.
Los humanos tenemos tendencia a crearnos nuestros propios carceleros. Eso han sido muchas veces los relojes, sobretodo en la actualidad.
Estos días saber llevar el paso de las horas será esencial, no solemos estar acostumbrados a esto. Espero que tú y los tuyos lo llevéis lo mejor posible y que pronto podamos volver a comentar las imágenes por sí mismas y no condicionadas a una situación negativamente extraordinaria.
Un abrazo muy grande.
Buenas noches .
Pues este reloj es una maravilla, la verdad .Muy muy bonito.
Es verdad, ahora el reloj típico de muñeca , poco se vé-
Yo desde luego si que lo llevo , es más, no se ir sin el.
Vale tenemos el movil pero eso de mirar la hora en el típico reloj de siempre tiene su aquel.
Nos vamos olvidando de las cosas tipicas y clasicas y esto no puede ser .
Vuelvo a repetir lo que estamos diciendo todo el dia , hace dias..esto parece un sueño, una pesadilla.
Espero que acabe pronto.
Aunque sinceramente lo veo dificil..
Un beso.
Hablando de relojes y de tiempo, me gustaría asumir al cien por cien la teoría de Einstein: que el espacio de nuestra casa y el tiempo (en algún momento aparentemente interminable), nos parezcan relativos de verdad.
Me encantan estos relojes, cuya decoración nos transmite mensajes apocalípticos. Siempre recuerdo aquello de "Vulnerant omnes, ultima necat"
Hoy vivimos pendientes de la hora exacta. No aceptamos ninguna pequeña desviación cuando antiguamente el mejor reloj era el sol. Nos indicaba con bastante aproximación el momento del día en que nos encontrábamos. Los animales adecuan su comportamiento a la hora solar. Y nunca se equivocan de hora.
Y es cierto, ya solo los que tenemos años nos miramos la muñeca para saber la hora. Quizá deba incluir el oficio de relojero en mi sección "oficios que desaparecen"
Saludos.
corremundosHace una hora
eliocroca2Ayer a las 22:10
larocukyAyer a las 17:37
Joaki-007Ayer a las 17:19
angela.6911/11/2024