...* El embriagador olor de la madera anciana y el aire estanco, carente de vida del edificio es agobiante. No hay mas iluminacion que la tenue luz que arrojan unas velas desde la lampara que rivaliza en edad con la casa. Intermitente sería la palabra que describe la oscuridad que por segundos parece querer engullir la habitacion, una imagen tragica, pues la luz no puede vencer en este sitio. La vela terminara consumiendose, y la noche eterna reinara aqui abajo.

Una metafora bien ajustada a las emociones de la pequeña joven, que se despierta confusa. En el silencio absoluto, en un sitio desconocido. Por un momento el panico quiere sobrecogerla, quiere gritar, pero hay alguien mas. Es él, el que ha visto en su sueño, se sentia levitar, como llevada en brazos de la misma noche, y ahora ha despertado. Nerviosa y titubeante, se alza e intenta mantener la compostura, demostrando un imprevisible autocontrol y frialdad... quizas no sea tan debil... quizas pudiese llegar a ser digna - Imposible, en otra epoca quizás, pero ahora no - La mirada brillante de vida y juventud de la chica se cruza con la impasible figura que la observa inmovil, gelida e imperterrita desde su asiento, a unos metros. *...

* Se coloca bien los brazales de encaje negros que lleva, a juego con el resto de su ropa. Una linda muñeca vestida de luto elegante, un bello rostro - o eso recuerdas sobre la belleza mortal - a juego con su delicada figura. Los dones que el beso inmortal le puede otorgar a una como ella podrian ser de gran utilidad y atractivos al mismo tiempo. La curiosidad comienza a hacerse patente en ambos. Por parte del uno, la sorpresa, grata sin duda, de haber recogido unica flor que crecia fuerte entre la maleza. Por parte de ella, el inherente ansia de conocimiento y seguridad que son fruto de una mente privilegiada. *...