Despedida dolorosa

Jueves, 19 de Enero de 2017

ADIÓS DAVOR

Hoy hago una interrupción en mis reportajes para daros una mala noticia.

Ayer tuve que despedirme para siempre de mi gato: de Davor.

Llevaba varios días sin comer y me vomitaba una sustancia amarilla.
Lo llevé al veterinario, y al parecer tenía una insuficiencia renal galopante. Le palparon primero, y le notaron como una bola bastante grande, y al hacerle la radiografía los riñones aparecían bastante más grandes de como suelen ser en un gato. Al parecer suelen medir entre los 3 o 4 centímetros, y le medían casi 7.

No tenía arreglo. Le hicieron análisis y la urea que es una de las sustancias que se supone que deben expulsar los riñones, la tenía altísima y otra cosa, la creatina, sí la tenía más normalita. Al parecer la única medio solución era ponerle suero en vena, pero para un fallo renal al parecer es contraproducente dormirlo, manera en la que tendrían que suministrárselo porque si no el gato se lo quita. Y decían que así se le bajaría un poco pero tampoco iba a solucionar nada.

Tuve que tomar la decisión que nunca desea una tomar. Los animales ya se podrían morir y punto, no tener una que decidir si ponerle o no una inyección letal. Pero de todos modos, al final es lo que decides, porque para que el animal esté varios días más sufriendo para nada, pues como que no.

Al parecer el padecimiento de riñones es bastante habitual en los gatos.

Estuve todo el día más o menos entera, con el cuerpo algo cortao, pero me vine abajo al llegar a casa. Sin que me espere al final del pasillo al abrir la puerta, o recostadito en el sofá... en fin, esto me va a costar. Parece mentira...

Así que hasta siempre, cariño mío. Con 7 años que cumplió no sé exactamente cuándo, pero más o menos en noviembre de este año que acabamos de dejar hace poco.

Así que mi día de ayer fue bastante chungo.

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