La Navidad es por un lado una celebración religiosa, pero también es la época del año, en que dejamos un poco de lado las preocupaciones cotidianas, para reavivar el espíritu de solidaridad, de renacer en las buenas acciones, y hacer llegar a nuestros amigos, familiares y conocidos, nuestros mejores deseos.
Hay un lobo y un ángel
luchando en mis espaldas,
hay un lobo y un ángel.
Uno reclama sangre y desmesura
otro me pide el vuelo a las alturas.
Mi carne se amotina y encarama
el alma se me trinca y cae al suelo.
Hay un dulce Francisco
conciliando
y hay un lobo apaleado
por ser lobo.
Pero el ángel es ángel,
tiene alas
y el lobo sólo es lobo,
atado al suelo.
¿Vuela Dios sobre su pobre
Ser creado?
ÉL es sabio, Él es justo,
ÉL es bueno.
¿Cómo no ha de entender
cómo no ha de abrazar
si Él plantó la semilla
del amor
y creció el odio?
Ah, buen ángel, cúbreme con tus alas
y ampara en ellas también
al pobre lobo...
