var isMobileBrowser=false;
.
.
Días de lluvia que traen recuerdos de la infancia.
Observas como caen las gotas de lluvia y piensas: No ha cambiado mucho esto.
El agua cae, las tardes se vuelven frías y las cosas cambian con el tiempo a mi alrededor, pero en el fondo, sigo siendo el mismo.
Tonterías más en la cabeza, detalles divagantes en mi proceder, pero en esencia sigo pensando y sintiendo igual.
Nada lo cambiará, igual que a la lluvia.
El día que la lluvia cambie su aroma o su color, ese día dejará de ser lo que es. Y no será bueno.
Igual nuestros principios. Hay que respetarlos y creer en ellos, aún con el paso de los años. O dejaremos de ser nosotros mismos.
Y eso nunca será correcto.
Pensamientos etéreos divagando en mi mente . . .
¡Hola amigo!
Se te ve poco por aquí.....
Siempre es una gozada el olor a tierra húmeda tras la lluvia.
Saludos