Reflexión nocturna

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La luna brilla como nunca antes.

Pareciera invitar a un cadencioso y callado baile en medio de la noche, en el susurro del viento sobre los árboles.

Apenas se distingue la claridad del silencio.

Las nubes avanzan jugando caprichosamente con sus formas, como si fuera de día.

Y la mente te seduce de manera deliciosa, recordando el aroma fresco de un día de invierno.

Suspiras, una y otra vez, cerrando de vez en cuando los ojos, sonriendo levemente.

Recordando que los momentos malos se han ido.

Incitante sensación de paz.

¿Cuánto tiempo durará esta vez? ... Realmente no importa.

Estos instantes son eternos, pues se quedan en la memoria para siempre.

Y ahora que lo pienso, creo que aprendí algo muy valioso.

Aún en la noche, cuando todo parece oscuro, siempre cabe la posibilidad de ver brillar la luz de la luna en lo alto.

Como en esta foto. Captada en el lugar donde trabajo, mientras fumo un cigarro y medito.

Antes de irme a casa. Antes de sonreir una vez más a las ironías de la vida.

Con la esperanza como estandarte.



Saludos a todos, en esta noche mágica.

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