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Fue la tercera de las tres primeras sirenas en la década de los '50. Su poder era el de congelar el agua. Ser una sirena se le hizo una carga demasiado grande para ella, por lo que al igual que Gracie, renunció a sus poderes. Se reúne con Cleo mientras trabajaba en el Parque Marino para darle consejos, ya que ella sabía que Cleo y las demás son sirenas, y les advierte acerca de los efectos de la luna llena. Más tarde, los encargados del muelle donde está su barco (que es donde ella vive) le dicen que debe retirarlo por no pagar el alquiler y no cumplir con las normas, y Emma le invita a quedarse en su casa. Sin embargo, la Srta. Chatham, empeñada en conservar su "casa" se va de casa de Emma por la noche y se cuela en el puerto para irse con su barco. Después de un altercado en el barco con Zane (que quería robarle un tesoro que ella tenía en el barco guardado), sufre un ataque al corazón y es llevada a un hospital por Lewis. Antes de ir a un hogar residencial para jubilados, ella revela a Emma que una vez fue una sirena.