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29/12/2023
28/12/2023
24/08/2023
Aparecieron una tarde en sus bicicletas. Sus enormes mochilas parecían rematadas por un aro. Llegaron a la plaza del Mayo, se acercaron a la Oficina de Turismo y preguntaron en la ventanilla dónde podían acampar. Les contestaron que según las autoridades estaba prohibida la acampada libre. Entonces, como un poco desilusionados, arrastraron sus bicicletas hasta las Charcas, las apoyaron sobre la alambrada y entraron a tumbarse en el césped de la piscina.
Después de darse un baño y tomarse un refresco preguntaron a los que allí estábamos donde podrían poner sus tiendas para pasar la noche. Les indiqué que el lugar donde quizá nadie les molestara no estaba muy lejos de allí y por otra parte, estaba bastante escondido, de forma que sería difícil verles desde lejos. Les marque el camino hacia el Martinete Viejo e incluso les acompañé un buen trecho, para señalarles desde el otro lado del río el lugar ideal. Les pareció tan bien, que en pocos instantes aparecieron instaladas hasta tres tiendas de campaña de un azul marino intenso.Les indique cuál era la salida más rápida hacia la carretera y me despedí de ellos.
A la mañana siguiente, cuando iba a darme mi matutino paseo hacia el Pozo Verde, los encontré que salían con sus bicicletas, esta vez sin mochilas ni tiendas, con los cascos puestos, decididos a hacer un recorrido con por la zona.
Después de saludarme muy cortésmente, volvieron a preguntarme si conocía alguna ruta que pudieran hacer con sus bicicletas y les indiqué la subida hasta llegar cerca de la Fragua, que yendo por Pie-Mediano a tomar el Camino de Madrid, atravesando Regajohondo, les lleva a Navalcollado, y de allí, saliendo por el Mirador, al Puerto para bajar luego por la carretera y regresar al punto de partida.
Pedaleando muy animosos desaparecieron de mi vista, y yo me sentí satisfecho al ver cómo gozaban de nuestros paisajes, de nuestros senderos y de nuestra hospitalidad, practicando su deporte favorito.
CHISTE
Jaimito estaba en el salón de clase con sus compañeros, como la profesora no llegaba, todos los alumnos comenzaron a hacer alboroto.
Cuando llegó la profesora vio el desorden que había y comenzó a interrogar a los niños.
- Juanita, ¿Qué haz hecho tú?.
- Yo dibujé en la pizarra.
- Pedrito, y tú, ¿Qué hiciste?.
- Yo tiré mi pupitre contra el suelo.
- Jaimito, y tú, ¿Qué hiciste?.
- Yo tiré serpentina por la ventana.
- Caramba, aprendan de Jaimito que no es un malcriado como ustedes.
Pero al pasar unos minutos, tocan la puerta de la clase y entra una niña toda golpeada, la profesora le pregunta:
- ¿Quién eres?.
- Yo me llamo Serpentina.
Jajajajaj, se te echa de menos !!!
Espero que estes pasando un buen veranito, mas freco por alli verdad?
Yo como siempre, trabajando y por las tardes si hace buen dia, pues a la playita un rato.La verdad que en lo que llevamos de Julio he ido 5 dias uno arriba , uno abajo... pero bueno, por aqui ya sabemos como es el tiempo.
Te mando mis mejores deseos para estos dias y unos besucos tambien.
Cuidate mucho
¡Hola Pablo!
En cuanto me jubilen, me voy un verano a Navafría a instalar la tienda de campaña en el Martinete Viejo. ¡Ja,ja!... En serio, recuerdo de chico haber estado un verano en un campamento del Frente de Juventudes en Navacerrada. Sin duda mucho mejor que el ambiente calino y pegajoso que tenemos por aquí.
Que sigas disfrutando de esos amaneceres. Saludos
Feliz semana cielo. Un besito