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29/12/2023
28/12/2023
24/08/2023
En la proximidad del Día del Libro, traigo a este fotolog una página de "LA FUNERARIA" de Juan-Luis Cano, miembro del dúo "GOMAESPUMA" y nieto del protagonista de esta historia real en su mayor parte a la que ha cambiado los nombres de algunos (pocos) personajes a quienes conocí y supe de sus "historias"
Es un libro de humor con personajes reales definidos tal como eran. Pasarás con él un tiempo de lectura divertido.
Transcribo la página 50:
"JUAN LUIS CANO
~ 50 ~
Escucha, Segundo, hemos estado valorando tu actuación. Tú sabes que lo que hiciste está muy mal, ¿verdad?
Sí.
Pues eso. En esta casa te hemos tratado con cariño y no creo que merezcamos un comportamiento así por tu parte, ¿verdad?
Sí.
¿Sí?
No.
¡Ah! Pues eso. Estarás conmigo en que no podemos pasar por alto una sinvergonzonería de ese calibre, ¿verdad?
Sí.
Pues eso. Como tú sabes que te apreciamos y que ya eres para todos como un miembro más de la familia, lo que hemos pensado es tomar una decisión que te sirva de escarmiento. ¿Lo entiendes, no?
Sí.
Pues eso. Mira, aquí don Anselmo, el cura, ha hablado con un conocimiento suyo en los maristas y te van a admitir aunque estemos a mitad de curso, así que te vas interno. Podrás venir a casa una vez al mes y esperemos que la experiencia te sirva para reflexionar y de paso aproveches los estudios, porque tonto no eres. ¿Quieres decir algo?
Sí.
A ver. ¿Qué?
¿Puedo pedirle a Rosario que me dé otra rebanada de pan con aceite?
Anda, ve, que no sé dónde metes todo lo que comes.
Así quedó resuelto el tema del castigo. Segundo pareció aceptarlo con aparente sosiego y Celsito y doña Lourdes pensaron que habían procedido con sabiduría y que su decisión había sido la mejor de todas las posibles. El resto de los miembros de la familia fueron informados de la marcha de Segundo, pero no se les dieron más de-talles. A excepción de Pepito, que le profesaba al chico un gran aprecio, los demás, es decir, Luisita y Lucas, se mostraron bastante indiferentes.
Pepito, por cierto, andaba bastante alterado aquellos días. Las reuniones de su grupo de lucha anticlerical eran cada vez más frecuentes, porque sus actividades no estaban dando los resultados esperados. Las misivas amenazadoras entregadas hasta ese momento no habían provocado ninguna reacción, al menos visible, y pensaban, maquinaban, pergeñaban nuevas iniciativas. En algo en lo que los miembros en su totalidad".
Un hombre irresponsable y que se había portado muy mal con su pobre familia, muere al fin.
En el acto del entierro, un pariente lejano pronuncia la oración fúnebre:
- "Fue un esposo modelo y un padre ejemplar".
Al oír eso la viuda toma de la mano al niño que está a su lado y le dice:
- Vamos hijo, nos equivocamos de entierro.