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Los rayos del sol del Viernes Santo le dan en la cara y se le sonroja Virgen de Angustias de la Hermnadad de la Esperanza. Y vuelvo a renacer de ese letargo al que hata de manos mi destino, de ese año de espera que siempre es largo, a los hombro me cargo la cruz que me ha tocado en el camino.
El Viernes Santo en Arahal, por esta y otras cosas es algo especial...