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El Habita En Los Cielos
Camina Entre Nosotros
Así que, primero busquen el reino de Dios y su justicia, y Dios les dará todo lo que necesitan.
¿Qué es el Reino de Dios?¿Cuándo comenzará el reino de Dios?
Las Semillas De Su Palabra
Algunos piensan que es el cielo. Otros dicen que ya está aquí en la Tierra. Y hay quienes creen que solo es un sentimiento fraternal entre los creyentes cristianos, o que es la Iglesia misma. Otros lo consideran algo apocalíptico. ¿Qué es este Reino de Dios, del cual Jesucristo hablaba con tanta frecuencia?
Es muy asombroso que de los dos mil millones de personas que se identifican como cristianas en el mundo, muy pocas reflexionen sobre el concepto del Reino de Dios, y que aún menos tengan siquiera una remota idea de lo que realmente es. Esto es increíble, porque de acuerdo al fundador de la fe cristiana, Jesucristo, el Reino de Dios debería ser la prioridad número uno para todo cristiano. Él nos exhortó: “buscad primeramente el reino de Dios y su justicia” (Mateo 6:33).
Jesús habló del Reino en muchas parábolas muy instructivas, explicando que no hay nada que lo supere en valor e importancia (vea Mateo 13:44-46). Este Reino fue el tema medular de las buenas nuevas de su predicación (Marcos 1:14-15).
En su oración modelo, Jesucristo enseñó que debemos expresarle a Dios este ferviente deseo: “Venga tu reino” (Mateo 6:10, énfasis agregado en todo este artículo).
¿Qué es, entonces, el Reino de Dios, y dónde se encuentra? ¿O será que vendrá en el futuro?
Y, por último, ¿por qué es tan importante?
¿Aceptación personal y vivir el arrepentimiento de nuestras transgresiones?
Sin embargo, algunos empezaron a enfocarse en el Reino en un sentido más personal, y con el paso del tiempo, la interpretación rabínica cambió su significado. Ahora quería decir “aceptar a Dios como el Rey de uno”. Este hecho, agregado a algunas declaraciones de Jesucristo, que en ciertos casos han sido traducidas como “el reino de Dios está entre vosotros” (Lucas 17:21), ha llevado a muchos a concluir que cuando Jesús usó la frase “Reino de Dios”, se refería fundamentalmente a la aceptación interna y la sumisión personal a Dios como Soberano durante nuestras vidas físicas.
La Aceptación del Reino de Dios Ahora
No podemos entrar en el Reino de Dios ahora mismo, pero podemos recibirlo en el sentido de aceptarlo y someternos humildemente a él, de otro modo, no lo alcanzaremos. Notemos lo que Jesús dijo: “De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él” (Marcos 10:15). Tenemos que recibirlo y aceptarlo ahora mismo, para poder entrar a él en el futuro. Y debemos hacerlo con la actitud y humildad de un niño.
Por el momento, podemos tener las leyes del Reino escritas en nuestros corazones y podemos tener al Rey del Reino viviendo en nuestros corazones para que nos ayude a obedecer esas leyes (Hebreos 8:11; Gálatas 2:20).
Tenemos la oportunidad de vivir el futuro ahora mismo, esa época venidera, tal como sucedió cuando Cristo vino a enseñar y hacer milagros hace 2.000 años. La Biblia describe a quienes se han convertido y tienen el Espíritu de Dios como quienes “gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero” (Hebreos 6:5).
Cuando oramos a Dios diariamente y le decimos “venga tu reino” (Mateo 6:10), estamos regocijándonos por su establecimiento sobre todas las naciones. Pero al mismo tiempo, estamos pidiendo que ese gobierno comience con nosotros, aquí y ahora mismo. Porque si verdaderamente deseamos ese futuro que Dios proclama, comenzaremos de inmediato a vivir según sus preceptos.
Continuando con “hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”, reconocemos que el Reino de Dios gobierna actualmente en los cielos, donde los ángeles llevan a cabo la voluntad del Eterno en perfecta obediencia. Y pedimos que asimismo sea aquí abajo en la Tierra, para todos, pero comenzando con nosotros.
Y, finalmente, buscar el Reino de Dios (Mateo 6:33) significa hacer de él, y de todo lo que comprende, nuestra razón de vivir. Y de hecho, ¡esa es la razón por la que existimos!
Es La Palabra del Hijo de Dios En Oración
Nuestra Conexión Con Su Aliento de Vida
Venga tu reino. Que se haga tu voluntad en la tierra como se hace en el cielo.
El Señor llevará a cabo los planes que tiene para mi vida, pues tu fiel amor, oh Señor , permanece para siempre. No me abandones, porque tú me creaste.