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El alimento espiritual que nunca nunca falte en nuestras mesas siempre en el hay promesas de pan y vida para nuestras almas.
“Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, si es que habéis gustado la benignidad del Señor.”
1 Pedro 2:1-3 RVR1960 https://bible.com/bible/149/1pe.2.1-3.RVR1960