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La Carrera Por La Vida

La Gran Carrera

 Cristo

Corona de Vida

Gálatas 5:5

Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia;

El Padre del cielo nos envió su Espíritu, estableció el reino de los cielos dentro de cada creyente aquí en esta Tierra. El reino de Dios vino a la TIerra cuando su Espíritu habitó dentro de nosotros. Es únicamente bajo este reino que podemos hacer el bien, y vivir en paz y con alegría.Todo creyente desde el mismo momento en que puso su fe en Jesucristo como su Señor y Salvador, también ha sido inscrito en una gran carrera la cual por cierto no será para nada sencilla. Si usted es un creyente en cristo tiene que saber que se encuentra corriendo una carrera. “La Gran Carrera Por La Corona de La Vida. 

Mateo 4:17: Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.


Si participas en un evento deportivo, tienes que jugar dentro de las reglas establecida del deporte.Competir en atletismo en los Juegos Olímpicos, tienes que seguir las reglas de juego para poder ser aceptado en las competencias.
Del mismo modo, en la carrera de la vida en la que competimos, tenemos un libro de reglas. Es la Biblia. Y no debemos escoger qué partes de ella nos gustan más, porque no podemos decir: «Me gustan ciertas verdades de la Biblia; me gusta la parte del amor y el perdón de Dios, pero la parte de negarse a sí mismo y tomar la cruz… esto no debe haber sido traducido correctamente». No puedo creer esa parte». No puedes hacer eso.

1 Corintios 9:24: ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.


Si corres esta carrera, y quieres ganar, entonces tienes que jugar con las reglas que Dios ha establecido en las Escrituras. Tenemos que jugar dentro de las reglas, o de lo contrario seremos descalificados, pero contamos con un Padre amoroso, que nos dará la oportunidad hasta el final de que seamos victoriosos; Tomémosla y aprovechémosla; es grandioso y eterno, el galardón.
Pablo, al escribir a los corintios sobre su vocación, adopta una actitud de compromiso obligación para con el espiritu de Dios. Para el Apóstol, el creyente no debe pensar que el cumplimiento de su vocación es una cuestión opcional. Nuestra vocación, sea cual sea, forma parte del plan universal para nuestra tierra, para la instauración de su Reino. Decir «no» a la llamada del alma es decir «sí» a una vida espiritualmente absurda natural donde el espíritu esta muerto y desconectado de Dios,carnal está a medias, a veces obedece a Dios y a veces hace lo que sus placeres le ordenan.  y no aliniado a las leyes del cielo como una vida espíritual en obediencia a la palabra registrada en el orden de la escritura. En la que, aún sabiendo lo que nos completa, en la vida abundante que el Señor quiere darnos, aún conociendo nuestra responsabilidad personal en su voluntad, elegimos no cooperar, no cumplir con nuestro deber. Si nuestra vocación es ser maestro, pobre de nosotros si no enseñamos. Si nuestra vocación es ser jornaleros en seguridad, pobre de nosotros si decidimos no cuidar y proteger con integridad bien la casa.Perderemos el potencial de la gran carrera de libertad en nuestra tierra por la corona de vida del rey de reyes el cual nos prometio su victoria por la fe.

Mateo 16:19: Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.


Esta es la victoria del cambio y conversión en Cristo, el Espíritu de Dios nos hace amar a los demás, estar siempre alegres y vivir en paz con todos. Nos hace ser pacientes y amables, y tratar bien a los demás, tener confianza en Dios, ser humildes, y saber controlar nuestros malos deseos carnales.

Gálatas 5:24: Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

Señor, que no se aparte Tu ley de nuestro proceder y de nuestra actuación, que no se aparten Tus palabras de mi boca, y que no se aparte de mi corazón. mi fe en Tus promesas eternas, de forma que pueda yo correr esta carrera por glorificarte, como un corredor digno de acompañarte, que es fiel y obediente a cada uno de Tus mandatos. Que sea siempre asi amado Padre celestial, para alcanzar la corona de vida en cristo Amén.

1 Corintios 9:25: Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.

 EmagenesEma

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A corremundos le gusta esto ï¿½ El 28/06/2022 a las 11:37

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