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El Eterno Problema
Es Imposible Agradar a Dios
Las generaciones van y vienen, pero los problemas crónicos, como por ejemplo la falta de una fe auténtica y activa, todavía persisten. Hace dos mil años, Jesús relató una parábola que demuestra la necesidad de tener y practicar una fe viva. Habló de una viuda a quien un juez no le quería hacer justicia; pero ella insistió con tanta perseverancia que finalmente el juez decidió ayudarla, porque ya estaba cansado de tanta insistencia.
Jesús se valió de este ejemplo de la vida diaria para explicar la promesa de Dios de ayudar a los que él ha llamado: “¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?”.
Jesús nos asegura que Dios responderá a nuestras oraciones. ¿Tiene usted fe en que responderá a las suyas?
Entender las instrucciones de Dios y obedecerlas inspirará nuestra fe en él y en sus promesas. La fe nos ayuda a hacer frente a nuestro mundo tan turbulento y confuso. Nos da la confianza y seguridad que necesitamos para poder seguir adelante.
La pregunta que Jesús hizo cuando terminó de relatar la parábola de la viuda y el juez injusto tiene implicaciones muy profundas para cada uno de nosotros: “Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” Hoy en día, la fe es un recurso muy escaso, pero podemos llegar a tenerla siempre y cuando entendamos cuáles son las claves que la garantizan. Si usted quiere aprender cómo puede tener una fe viva,aprenda de las enseñanzas y parabolas de Jesus.