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Una Conciencia
Con Cristo
Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida,
Dios ha dado a cada persona una conciencia, que es como un radar que envía señales de alerta cuando una conducta o decisión puede ser perjudicial. Esto hace posible que las personas distingan entre lo moralmente bueno o malo, especialmente en lo que se aplica a sus propias vidas. Cuando ignoramos la conciencia, lo hacemos a nuestra propia cuenta y riesgo.
1 Timoteo 1:15: | Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. |
En un creyente, la conciencia es una herramienta del Espíritu de Dios. Él la programa con los principios de la Palabra de Dios, y la agudiza para que responda con rapidez al contacto con su hijo amado. Aun así, el único propósito de nuestro radar es enviar una señal; lo que suceda después dependerá de nosotros. Podemos ignorar la advertencia, o detenernos para escuchar lo que dice el Espíritu que nos conecta con la presencia de nuestro padre celestial sobre la situación individual y global de todo. El Espíritu Santo revela la voluntad de Dios y nos recuerda sus principios, para que podamos tomar una decisión sabia.
1 Timoteo 1:17: | Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén. |
La carta de Pablo a Timoteo habla de personas que habían rechazado la guía de Dios en sus vidas; no habían hecho caso de la alarma de su conciencia. El resultado fue el naufragio de su fe. Si en el radar aparece algo que hable de desobedecer a Dios, tenemos que rechazar esa acción. De lo contrario, el dispositivo de detección se dañará y no funcionará bien. Si seguimos haciendo caso omiso de las alarmas, éstas finalmente dejaran de ser percibidas.
Es inevitable naufragar cuando el creyente no hace caso a su conciencia, y racionaliza o defiende la desobediencia. Es mucho mejor mantenerse en manos del gran capitán de nuestra alma, Jesucristo. Su Espíritu Santo nos guiará de la manera correcta.
1 Timoteo 1:19: | manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos, |