Hoy en un nuevo amanecer en el texto de su palabra celebramos un año más en su gracia.
El amor de Dios es el equivalente del tiempo
“Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.”
1 Juan 4:16 RVR1960
https://bible.com/bible/149/1jn.4.16.RVR1960
Las agujas del reloj marcan la hora: son las cuatro de la mañana e inicio un nuevo día. Sentado en el borde de la cama pienso un instante:
Sí estas fueran las últimas horas de mi vida, ¿qué haría? Medito un momento, ordenando mis ideas para responderme a mi mismo.Luego de unos minutos, lo tengo resuelto:
Aprovecharía cada minuto, cada instante de mis últimas horas, y ésto haría:
Iría a preparar el mejor café y lo compartiría con mi esposa, luego de darle un fuerte abrazo y un cálido beso, le diría te amo, como hace tiempo lo llevo haciendo.
Escucharía sus achaques y masajearía las dolencias de su cuerpo. Luego tomaría una ducha y me pondría esas prendas que cuelgan en un rincón del ropero, y me aplicaría la loción que he guardado para ocasiones especial Ésta sería una de ellas.
Antes de salir de casa agradeceria al portero de nuestro corazón le diría: ¡buenos días!, y me disculparía por haberle ignorado tanto tiempo que pasé a su lado sin a verme dado cuenta del tiempo perdido pero hoy en en una vuelta más al sol le pediría a mi padre celestial que cada día me haga un hombre de bendición.
En la calle, aspiraría el aire fresco de la mañana, y me detendría a ver salir el sol. Luego, en la parada del autobús saludaría al vecino que a esta hora se dirige a su trabajo, y que muchas veces juzgué, ignorando sus dificultades.
El viaje el transporte la vida su amor agradesco al conductor de nuestros días que con paciencia y cuidado me estuvo acompañando todas las mañana a mi trabajo y en horas de la tarde me regresaba seguro y a salvo a casa.
Por la calle transitaría,sin molestarme entendería, el afán de los transeúntes que pasan a mi lado, atropellándome a veces con su prisa.
En la tarde, al volver a casa compartiría la cena con mi familia, y juntos disfrutaríamos el amor de hogar en casa.
Luego al ir a dormir haría mis oraciones.
Me pongo en pie, para iniciar el nuevo día, y me digo a mí mismo a caso a Dios le falta el tiempo : ¿por qué esperar cuando sean mis últimas horas y no hacer todo ésto ahora mismo?
En su propio amor todo permanece en el celebremos la vida,en este nuevo año solo quiero ser un hombre de fe que pide perdón señor.
