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Un Nuevo Comienzo
La Vida En Cristo
«Yo sé bien que tú lo puedes todo, que no es posible frustrar ninguno de tus planes.
Hay que decir que la seguridad de la preservación divina no anula la responsabilidad y la perseverancia humanas.
Es fácil ver que, antes de decir que el que comenzó la buena obra en los creyentes filipinos también la completaría, Pablo alabó su compromiso y trabajo por la obra de Dios (Filipenses 1:5).
Marcados Por Su Palabra
porque han participado en el evangelio desde el primer día hasta ahora.
Además, en el capítulo siguiente el apóstol pone estas dos verdades al lado de una manera aún más clara cuando dice: «ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
Cita Biblica
Así que, mis queridos hermanos, como han obedecido siempre —no solo en mi presencia, sino mucho más ahora en mi ausencia—, lleven a cabo su salvación con temor y temblor, pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad.
Esto significa que la buena obra realizada por Dios de principio a fin en el creyente lo capacita para una vida de servicio en su obra. En el Reino de Dios no hay lugar para la ociosidad.
A este respecto, se puede explica que, si bien es cierto que Dios comienza su obra para completarla, también lo es que, una vez que Dios ha comenzado su obra en los hombres, éstos nunca permanecen como meros instrumentos pasivos.
Por lo tanto, saber que Aquel que comenzó en nosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo, nunca debe ser un incentivo para la negligencia y relajación espiritual. Por el contrario, esta enseñanza debe animarnos a trabajar más en el reino del Señor, sabiendo que Dios mismo es quien está realizando su obra en nosotros.
Marcados Por Su Palabra
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.