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Refresca mi alma como el oceano que brota dificultades para encontrar la felicidad.
Salmos 42:1 Como el ciervo brama por las corrientes de las AGUAs,
Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.
Salmos 46:2 Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida,
Y se traspasen los montes al corazón del MAR;
Salmos 77:19 En el mar fue tu camino,
Y tus sendas en las muchas AGUAs;
Y tus pisadas no fueron conocidas.
Salmos 66:6 Volvió el MAR en seco;
Por el río pasaron a pie;
Allí en él nos alegramos.
Salmos 89:9 Tú tienes dominio sobre la braveza del MAR;
Cuando se levantan sus ondas, tú las sosiegas.
"El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor". (1 Juan, 4,8)