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Difícil de ver por el campo, la boyero-liebre puede llegar a dar unos saltos de dos metros.
Oportunísima foto. Corriendo siempre se les ve las orejas hacia atrás, será al caer del salto cuando se vean las orejas levantadas. Y la postura de las manos, sí, igual que una liebre. Enhorabuena.