El la engañó… y ahora que? - Cap.3- y 4-

Sentía algo parecido al odio, ¿Cómo podía Gustavo ser tan indiferente con su relación…y con sus sentimientos?
“No quiero hablar de eso”.
“Yo si. Necesito que hables, quiero que me expliques”
Siguió conduciendo sin hablar.
“Que vas a hacer?” Insistió tratando de ser pasiva. Le hacia esa pregunta como si no tuviera nada que ver ella en eso, como si la decisión no fuera de ella también, lo peor es que ella lo amaba… y eso le daba el poder de decidir, se dio cuenta (hasta ahora) de que su relación había sido equitativa…pero si él quería romperla y ella lo amaba, el balance había cambiado. Comenzó a analizar las cosas. “Aquel fin de semana que dijiste que tenias tanto trabajo y no podías venir con nosotros a la casa en la playa estuviste con ella, ¿verdad? “
No respondió. No era necesario.
“Y cuando llegabas tarde de tus ensayos?” Frenó ante una señal de alto.
Ella siguió un poco mas acalorada ”Pensé que habías ido a tomar unas cervezas con unos amigos y ahora me doy cuenta, era eso que estabas haciendo”.
“Y cuando se estrenó tu obra y la felicité por su actuación, me pregunté porque no me miraba a los ojos” 
Tenía mil pensamientos que le llenaban la cabeza Y no podía organizarlos ¿Cómo podía odiarlo y amarlo? 

Continuará…


Rosalma

El la engañó… y ahora que? -Cap 4- 

Durante los dos meses siguientes mientras ella luchaba por decidir que hacer, su rabia iba aumentando. Gustavo le había estado mintiendo repetidamente. Se indignó cuando llamó a la compañía de seguro del auto para saber porque había subido la póliza y le mandaron por fax dos copias de multas a nombre del él, por excesos de velocidad cerca de la residencia donde vivía esa chica. Le había jurado que había dejado de verla y después descubrió que todavía le enviaba mails. Recibió la cuenta del Tel. y comprobó que todavía la seguía llamando. Trataba de ser fuerte y pedirle que se fuera…pero entonces recordaba como el día de su boda sus ojos se llenaron de lágrimas y como le cantaba a su hija Twinkle Little Star mientras tocaba su guitarra eléctrica. Necesitaban ayuda, peleaban a cada momento pero después de un mes comenzaron a dormir juntos de nuevo. Es mas, el sexo se convirtió en una forma de demostrar lo conectados que estaban todavía. El sexo fue la “conversación” mas honesta que tuvieron durante ese tiempo. 
Evidentemente necesitaban ayuda. Un amigo les recomendó un consejero matrimonial. Fueron, Gustavo no creía en las terapias para parejas. Lo mucho que confesó durante la sesión fue que se sentía atrapado, “No se donde quiero estar, quien quiero ser, con quien quiero estar. Estoy cansado. Quiero sentir algo, no limitarme a una rutina”

Continuará…

Rosalma 


Besos