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Tengo sujetado la carta que no leiste,
de noche y día mi corazón llora,
si no hago algo por parar de llorar...
me ahogere en los llantos de mi alma.
Ni siquiera lo leiste,
eso es como rechazar incluso mis sentimientos.
La carta ignorada que ahora esta guardada en el cajón,
lágrimas en el cielo que ahora me acompañan
en un mundo ignorado, un sentimiento sin ser visto.
Sigo sin respuestas...
¿Para qué seguir llorando?
mi corazón ya no tiene areglo,
y aquella carta, aun la tengo guardada, pero en mi corazón y su llave esta en lo más profundo de sus recuerdos.