Los humanos me han atacado y ahora he perdido un ala,
sangraba tanto que ha dejado un rastro de sangre, aun puedo oir los perros ladrar y han olido mi sangre, no sé como huir.
Hacia un mal tiempo y se puso a llover al menos despistara un poco los perros ya que la sangre se ve borrosa con el agua, refugiada en una iglesia con una extraña estatua en donde me quede sentada para poder descanzar un rato, pero luego escuche la puerta y me levante, no era uno de mis cazadores si no un monje, en su rostro se podria contemplar el miedo que me tenia su error fue que se puso a gritar como loco, no tuve más remedio que mandarlo a callar, no queria que me descubrieran y así salio una luz, venia de esa estatua me iluminó y no se porque pero volví a tener alas y así una vez más pude huir de allí.
Creo que es mi imaginación... pero escuche un susurro al mismo tiempo que me iluminó aquella luz; "Eres libre, demonio pero no mates más inocentes".
