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Una mujer fuerte y decidida, la segunda consejera del Papa y quien intenta hacerlo pensar por sí mismo. Cuando era pequeña, su familia fue masacrada por Matusalenes, salvándose sólo por la intervención de Abel, quien abandonó su retiro milenario para salvarla. Desde entonces se ha dedicado a la Iglesia y, más específicamente, a los conflictos con el Imperio. Secretamente ama a Abel y este amor, sumado a su cargo como superior del Krusnik, han generado con el tiempo un sentido de propiedad sobre él que la hace ver a otras mujeres como una interferencia aunque directamente no lo reconoce. A pesar de que es la primera en tomar acciones fuertes contra los ataques de los Matusalenes, también es la primera en apostar por un tratado entre ambas razas.
En el manga, su actuar muestra una mayor contradicción, ya que si bien por una parte apoya la paz entre el Imperio y el Vaticano (cosa que hace peligrar la imagen leal de los agentes AX hacia la Iglesia), por otra aprovecha cualquier oportunidad que se dé en una misión para menoscabar o calumniar a Esther, poniéndola en peligro de ser catalogada como traidora o de ser asesinada para así alejarla de Abel.