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Se presenta tras el secuestro de Esther como subordinado directo de Petros, pero al servicio del Arzobispo DAnunnzio y como cómplice de su conspiración. Su aspecto es el de un joven de cabello púrpura y una constante sonrisa cínica que le hace mantener los ojos entrecerrados, hábil en la política y el lenguaje diplomático, explica que según su punto de vista todo plan es una libreto cuyo éxito depende de lo creativo de la trama.
Al descubrir la agencia AX y la Inquisición la traición del Arzobispo DAnunnzio, éste ordena a Matthias y sus hombres que los ejecute, pero el joven se revela como un espía de Francesco de Médici, quien realmente nunca ha confiado en el Arzobispo y lo envió a espiarlo y recolectar pruebas de su traición.