quien! . sospecharía si quisiera que tu alma y la mía, fundidas en un oasis de ira frente a frente, el amor se condensa y solidifica en un cascaron arrogante y cruel una lagrima de trueno desciende desde el altar del dogma desterrando mis blasfemias, desde aquella cumbre donde alguna vez se regocijo entre las nubes del onírico firmamento, perforando hondamente el suelo que frágilmente sostenía mis pies al mirarte en tu espalda de acero el escudo que resguarda el insulso balbuceo de mis silencios, la herida que pregona clemencia!.... desde la sepultura el perdón de mi alma tratando de persuadir al verdugo que delata mi voz al suplicar un poco de misericordia descaro! Traición ¡ .... no hay perdón ni indulgencia de tus labios que condenan la mirada estampada sobre nuestro cielo el hielo cristaliza la endeble aura entre el mísero fulgor de tu entendimiento bajo la sombra de tu inquebrantable ira, derramo los últimos destellos de ternura, el requiebro doliente en la postrera de tu rastro al desvanecerse entre el furor quien lo diría, nadie mas que tu para entregarme el desdeñado acto, de cada palabra lacerante y nadie mas que yo, para retener esta tormenta entre la vida y la muerte de un sentimiento que perecerá lentamente entre mis memorias sumisas y el tiempo.....