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Pero qué extraña pose tienes aquí...hay que girar la cabeza para adivinar tu carita...pero estás seductor y coqueto a más no poder. En mi próxima reencarnación yo quiero ser gato. Vaya vidorra.
Una caricia, no faltaba más.
“No hay gatos corrientes. Hay gatos infelices, gatos obligados a disimular, gatos a los que un incurable error humano entrega a manos indignas, gatos que esperan toda su vida una recompensa que jamás llegará, comprensión y generosidad. Pero a pesar de toda la miseria y la mala suerte, un gato no acaba siendo corriente”. Y sigue diciendo un poco más abajo: “Se merecía algo mejor el animal al que el creador dio el ojo más grande, el pelaje más suave, la nariz más delicada, la oreja móvil, la pata sin par y la uña curva que toma prestada del rosal; el animal más perseguido, el menos feliz y, como dice Pierre Loti, el animal más organizado para sufrir”.
(Colette)
Pero no es tu caso, eres un gato muy afortunado porque tu humana, que tampoco es corriente, te condujo hacia ella y su mundo....
Pues la verdad es que si ...estás en plan ...acariciame que aqui estoy yo.
Pero eso si, pongas como te pongas , estas guapísimo.
Enroscadito dando evidencia del contorsionismo gatuno. Siempre dan ganas de darte caricias.
Genial el texto que nos brinda Maravillas.