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Algo se perdió en mi vida, no sé donde fue a parar, algunas veces me despierto en medio del más cruento de los silencios y, a lo lejos, escucho su voz; es el eco que llega a mí, triste y melancólico, anda buscando la razón de su sufrir, con la misma intensidad que yo le busco.. siento que pronto me cansaré, pero al menos tengo la fortaleza en saber que la suya si será fructífera y de todo esto, al menos, la felicidad ganará.. aún sigo creyendo..
Las reflexiones de lo que hacemos, tal vez, serían menos dolorosas si las hiciéramos antes de actuar.. en todo caso, el pensar nos conecta con nuestro ser reflexivo y allí podemos rehacer lo que mal hicimos o pedir disculpas si el daño no tiene vuelta atrás. La humildad debe siempre ganar a l soberbia..