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Desapareciste entre la bruma de una mañana invernal, entonces descubrí que extrañar es un verbo horrible, pero lo conjugué de tal forma que cada una de sus pronunciaciones, me hacía sonreir....
Estraño tu risa...
Extraño tus caricias...
Extrañaré tus besos...
Te extraño...
Mi corazón está huerfano, no aprendió a caminar sin ti! Cada mañana al despertar, me aferro a la almohada y pelo rubio se abraza a mi pequeña barba y me abrazo a la almohada suplicando, despertar mañana junto a ti...