var isMobileBrowser=false;
*TE PIDO QUE ME ESCUCHES *
Cuando te pido que me escuches y tú empiezas a aconsejarme, no estás haciendo lo que te pido.
Cuando te pido que me escuches y tú empiezas
a decirme que yo no debería sentirme así, no estás respetando mis sentimientos.
Cuando te pido que me escuches y tú piensas que debes hacer algo para resolver mi problema, estás decepcionando mis esperanzas:
¡Escúchame!
Todo lo que pido es que me escuches,
no que me hables ni que te tomes molestias por mí.
Escúchame, sólo eso.
Es fácil aconsejar, pero yo soy capaz;
tal vez me encuentre desanimado y con problemas, pero no soy incapaz.
Cuando haces por mí lo que yo mismo puedo y tengo necesidad de hacer, no estás haciendo otra cosa que atizar mis miedos y mi inseguridad.
Pero cuando aceptas simplemente que lo que siento
me pertenece a mí, por muy irracional que sea, entonces no tengo por qué tratar de hacerte comprender más, y tengo que empezar a descubrir lo que hay dentro de mí.
Seguramente es por esto por lo que la oración funciona:
¡Dios está siempre ahí para escuchar!
buenos diasssssssssss precioso tu texto y la imagen tambien me ha gustado mucho es fabulosa.
feliz miercoles, se feliz y disfruta de la vida todo lo que puedas sin molestar a nadie.
un beso
maria
Hola mi niña.
Me da la sensación de que está un poco triste,
espero que esos ánimos vayan para arriba.
Es importante descubrir todo lo que llevamos dentro.
Que tengas un feliz día, besos