miarroba
ESTACIONES

Es hora de volver a la vida diaria. Y para hacerlo nada mejor que, este domingo pasado, salir en familia, o sea, solo éramos 17, a almorzar en un pueblo y luego tomarnos una copa junto al río, en un sitio lleno de encanto. Esta imagen recoge una vista desde donde estábamos sentados. .

Sobre todo en primavera y otoño, que son mis estaciones favoritas,, y en general cuando hace buen tiempo,es un sitio muy acogedor.


ESTACIONES
Me gustan las estaciones de paso
con su bullente gentío aguardando
la tardía llegada del ser amado
o el propio descubrir de lo lejano.

Así me ocurre con mi amigo otoño.
Me gustan sus aguas, sus aires limpios,
su olor a tierra flotando sin sitio
sobre el crujiente asfalto agradecido.
En esos días, me asomo a mi ventana
y dibujo un horizonte sin trabas,
debajo del cual compiten las ramas
aventando sus mil reliquias vanas,
sus vestidos de luz y clorofila
que han gozado dichosas por Sevilla,
bailando por sones de seguidillas,
hasta quedar, de cansancio, caídas...

E igual sucede con la primavera,
cuando los días se llenan con la espera
de la fertilización de la tierra
y las laboriosas manos se ahuecan.
En esos claros días bajo a la calle,
bañándome en el floreciente valle
de amplios acerados edificables
y estrechas zonas verdes vulnerables;
el fluir de su densa sangre se altera
bajo las pavimentadas estrellas
y se yerguen, rompiendo las aceras,
las curiosas raíces de madera.

Pero no me gustan los apeaderos,
donde se para, en el andén del tiempo
el tránsito, dejando en sus extremos
las cargas que llevan los pasajeros.

008
ME DUELE MI DOLOR

Toca dar discretamente un salto, yéndonos directamente hasta el libro octavo: ME DUELE MI DOLOR, en el que la propia esencia vuelve a tomar el protagonismo.

A propósito de la actualización de AMeiga sobre los espejos y la eterna cuestión de quién soy, si la imagen reflejada o quien se mira en el espejo, si son una misma sustancia o dos distintas, y a la que respondí (o quise responder, porque o no me expresé bien o no fue bien entendida) que, lamentablemente, más de una vez me identifico con el reflejo y no con quien se mira, este libro trata sobre algo parecido: el dolor que quien busca descubrir su propia sustancia, por encima de lo que le devuelve el espejo.

Hay tantos momentos en que me siento incapaz
de, mi vista levantando del urbano suelo
mirar, con franqueza y sin reparos, su faz,
dejando en el olvido todo mi desconsuelo;
hay tantos momentos en los cuales no reparo
en las recurrentes cadenas de apegos,
que, quedándome sin su luz como guía y faro,
me engaño, sintiéndome tuerto entre los ciegos;
si, hay tantos en los cuales soy el impedimento
para aceptar la gentil mano que me tendía,
sin saber vivir la plenitud del momento;
hay tantas oportunidades desperdiciadas
que explicar semejante torpeza no sabría,
sino porque yo mismo me tiendo las celadas

Es el poema, HAY TANTOS MOMENTOS, que abre el libro y plantea su temática. Después viene un poema, MI DOLOR, dividido en cuatro partes que reflexionan sobre ese sentimiento doloroso, siendo la cuarta:

Por ti, dolor, estoy donde estoy,
pisando esta tierra;
por mi, estoy donde estoy,
pretendiendo silenciar la lengua
que callarse no puede;
porque, como una trompeta, derriba
los muros inconscientes
en los que yo vivía,
viéndome, dolor, en tal postración
que o me levanto
mirándome cara a cara en tu sol,
o en la nada caigo.

Después viene el poema MOMENTOS DE OSCURIDAD Y DE LUZ, también dividido en cuatro, siendo el primero de ellos:

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AROMAS NOCTURNOS

Pensé en ponerme a comentar el siguiente libro y no estaba seguro de cual era: me preguntaba si era uno de esos sobre los que pasaré de puntillas o. mejor, me los saltaré como si no hubiesen existido. Pero no, aún no ha llegado ese momento.

AROMAS NOCTURNOS es un libro que vuelve a tratar acerca del descubrimiento de la naturaleza, ya que recoge una serie de poemas que recuerdan, sin ilación temporal ninguna, una serie de momentos, todos ellos, salvo dos o tres, relacionados con una u otra mujer.

SOBRE TU PIEL DELICADA

Me gusta
cuando llueve suaves gotas menudas
besando la dura tierra asfaltada;
sus aguas,
apenas como un roce,
se deslizan arañando tu noche,
invitando a que afloren los recuerdos
en el jardín del tiempo...

¡Oh, qué punzantes uñas
sobre esa piel tuya tan delicada!
¿Qué dolor reconoces,
cuando no me dejas ver su reflejo?

Aquí comienza a combinarse la exposición del ambiente con el estado anímico interior, que más tarde sería plenamente paisajístico.

TRAPECISTAS
Trapecistas en el aire,
con sus vidas en un vilo,
buscando un punto de amarre
en el cóncavo infinito.

Así me siento en tus brazos,
en tal vértigo sumido
que en ningún punto me agarro
fuera de tu precipicio.

No creo que haga falta comentar mucho sobre estos poemas.

TU CARA ILUMINADA
Me gustaba mirar el firmamento
a través de los árboles granados
y atrapar en un solitario beso
las estrellas de ojos semicerrados,
cuando descansabas sobre mi pecho,
los insípidos quehaceres olvidados,
a la luz aparcados...
Sí, la luna iluminaba tu cara
inventando colores nocturnos
que la aurora envidiaba,
aunque en exprimir los solares zumos
cada día se empeñaba.



En la foto, un lugar de Granada,a los pies de la Alambra.

005

la imaginería es una rama de la escultura en la que se han logrado recreaciones tan realistas como hermosas de los principales momentos de la pasión y muerte de cristo y, por extensión, de otros santos.

La Semana Santa de Sevilla reúne un conjunto de imágenes de primer orden, entre las que destaca el Gran Poder, una recreación de Cristo camino del Calvario con la cruz a cuestas, que parece a punto de tener una de las tres caídas, pero también capaz de evitarla sacando fuerzas de donde ya parece no haberlas.

Este vídeo recoge la entrada, sobre las 8 de la mañana, en su templo tras haber hecho la estación de penitencia a la Catedral en la madrugada del jueves santo.

IMAGINERÍA POÉTICA fue el título de mi siguiente libro, dedicado a esta imagen de Cristo, un libro que comienza asi:

Cuando se hace de madrugada
y se intensifica el silencio,
se quedan a solas las almas
sintiendo la aridez del cuerpo,
y se escucha una voz que clama
su sed de vida en el desierto;
entonces, ¡oh Señor!, sentimos
tu Poder, que todo lo cambia,
hasta hacernos Uno contigo.

y que hace unas reflexiones acerca de cómo es posible que un "trozo de madera" pueda representar a Dios caminando sobre la tierra:

La expresión de Dios se plasma sobre la madera
paseando por las calles y plazas de Sevilla,
donde el hombre cinceló su estampa imaginera
con la misma dulzura con que El moldeó la arcilla.
Tierra de manos creadoras de naturaleza,
de obras tocadas con los dones de su hacedor,
arrebatadas por la primigenia belleza
de todo lo concebido, gracia de su Amor.
Como el Padre le dio al Hijo su Divinidad,
permitiendo que igualara substancia y esencia,
el hombre le da a la madera su humanidad,
permitiendo que un trozo de divina creación
nos cuente el momento supremo de la trascendencia,
sacando a las calles de Sevilla la Pasión...

0019
ENTRESIJOS DE LA MEMORIA

A continuación, apartándome radicalmente de los temas anteriores, empecé a recuperar recuerdos. ENTRESIJOS DE LA MEMORIA es un conjunto de 18 poemas, algunos de ellos formado por otros cuantos, prácticamente todos los cuales tienen que ver con la memoria. CUANDO MIRO HACIA ATRÁS, comienza así:

Cuando miro hacia atrás,
entre todo lo perdido,
del tiempo echo a faltar
sus huecos y mis vacíos.

En el poema que da titulo al libro, en el cual se cita a Antonio Machado, que era, por aquellos entonces, un poeta al que leía o recordaba mucho, se dice:

Comprender el funcionamiento de la memoria
quisiera, para desentrañar los entresijos
angostos que mi vida han subido en la noria
de remotos tiempos incrustados de acertijos.
Quisiera saber por qué se recuerda o se olvida
las garabateadas edades de la inocencia,
cuando aprendíamos acerca de la vida
los secretos de la infancia y de la adolescencia;
¿quién puede revelarme estos opacos misterios
sobre la tinta y el papel de tal escritura,
quiénes ejercen tan recónditos magisterios
que me privan de los aromas de un limonero,
aún sintiendo el vértigo de tan divina altura;
quién es dueño, Antonio, de lo que tanto espero?

Y en LIMONERO DEL GUADAÍRA, que está formado por un grupo de 8 poemas que rescatan momentos de mi infancia, dice el primero de ellos:

008
Acerca deFoto de Tartesiano

Tartesiano

Hombre, 67 años

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