var isMobileBrowser=false;
50 aniversario del puente 25 de abril
Obra fundamental en la historia arquitectónica de Lisboa y también del mundo, pues por entonces solo existían cuatro más largos que él
Le preguntaron al gran dictador: “¿Y usted por qué cree que será recordado?”, Y António Oliveira de Salazar, que era un escéptico reconsagrado, contestó: por el puente. Hoy, 6 de agosto, se cumplen 50 años del Golden Gate lisboeta, el primer puente que unió las dos orillas de la desembocadura del Tajo, obra fundamental en la historia arquitectónica de la ciudad y también del mundo, pues por entonces solo existían cuatro más largos que él, todos en Estados Unidos.
La unión terrestre en la desembocadura del río era una vieja aspiración de Portugal. En 1875 se presentó el primer proyecto, pero solo Salazar lo concretó casi un siglo después. El dictador dirigió el país de 1932 a 1968, dos años antes de morir en una hamaca, por así decirlo. Aunque se extendieron rumores sobre un atentado, lo cierto es que se cayó de una silla, sufriendo una lesión craneal.
El puente cambió Lisboa y Portugal. En la otra orilla crecieron las ciudades dormitorio, pero también facilitó la comunicación con el Algarve, en la zona sur del país, y su posterior desarrollo turístico. Como tituló Diario de Notícias, el día de su bautizo el 6 de agosto, era “el gran símbolo del futuro” para Portugal.