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Se dice que el enamorado no ve, porque la pasión le ciega; yo afirmo que los indiferentes son los que no ven, porque les ciega la indiferencia
A veces, la indiferencia y la frialdad hacen más daño que la aversión declarada
La indiferencia es un sentimiento o postura hacia algo o alguien caracterizado por no ser ni positivo ni negativo, intermedio entre el desprecio y el aprecio; y relacionado con la apatía. Es el estado de ánimo en que no se siente inclinación ni repugnancia hacia una persona, objeto o negocio determinado. Es un error que conduce a la insensibilidad, la frialdad emocional y el insano despego psíquico, desembocando en la paralización de las más hermosas potencias de crecimiento interior y autorrealización. Como parte de la condición humana, se espera que las personas tengan empatía y puedan relacionarse con los demás. En este sentido, la indiferencia es la negación del ser, ya que supone la ausencia de creencias y motivaciones. Quien es indiferente no siente ni actúa, manteniéndose al margen.
La indiferencia endurece el corazón y es capaz de eliminar cualquier rastro de afecto
Ángel Ganivet