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Mi amiga en la Habana no sabia ya que hacer para poder lavar a mano tanta ropa, la escacez de detergente era y es su mayor preocupación. Estuvo casi dos años reuniendo algún dinero adquirido de alguna forma en el mercado informal donde resuelven sus necesidades dia a dia los cubanos de a pie, el tema del salario que no alcanza para nada es un tema cotidiano.
Pero en fin su sueño se ha realizado en Cuba.
Todos gritaron al verle llegar...¡¡¡ LLegó la lavadoraaaaa !!!
P.D: Ah, se me olvidaba mi amiga ya tiene además de la lavadora una plancha y un televisor.