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En el Ayunta-miento miento y aliento la moción de censura con promesas rotas, AVE de paso, tren migratorio lleno de emigrantes volando desde Zamora hasta el sueño de la Citröen. Jácome se disfraza de “niña bonita” para que el Barquero no le haga pagar el dinero y apoye la reprobación. Jácome quiere que el Barquero maneje su barca en el proyecto faraónico de parque acuático, sustituto natural del fallido termalismo que nos iba a sacar de pobres y ahí están las pozas, pobres, asoladas por la ira de un Miño crecido por el cambio climático. Mucha niña mona pero ninguna sola en las termas de Outariz. El alcalde seduce a la muchedumbre con luces de colores, ayer nos colamos en la fiesta del despilfarro, hoy toca ajustar el déficit. “Lo pasaremos bien”, promete desde el balcón. Era mi oportunidad. Unos entran, otros van saliendo y entre el barullo yo me cuelo dentro.
02/01/2016