Fraga inventó en su día las “vías rápidas” como sucedáneos de autopistas en un alarde de arquitectura creativa, infraestructuras de juguete para un país pobre más rico en imaginación que en hacienda. Después llegaron los tanatorios en lugar de centros de salud (no puede haber mejor metáfora sobre la fatalidad, pesimismo hecho arte) y estos últimos años han sido los de las pasarelas porque los puentes son de Madison o una solución imaginativa para cruzar el charco desde Valencia hasta Mallorca. Sería maravillosa viajar hasta Mallorca sin necesidad de tomar el barco o el avión, sólo caminando, en bicicleta o en auto stop, sin duda, pero ese es sólo un privilegio reservado para los ourensanos y ourensanas, ciudadanos bajo el designio de Baltar, disfrutando de un paseo bajo el sol de una principiante primavera. Mamá ejerce de Colón, señalando con el dedo alguna curiosidad sobre el río, quizás al monstruo del Río Miño, no vamos a ser menos nosotros que los aldeanos de Ness. Puede que me indique por donde debo caminar, qué pasos debo dar, qué me diga dónde está el horizonte. Es mi mamá, no la tuya, y hoy es su día. Es lo que hay.
24/04/2016
